Olivareros unidos en Interoleo cierran filas y no venderán hasta que los precios suban
La plataforma, que estará operativa a partir de febrero, se centrará en la comercialización de graneles, aunque no descartan la puesta en marcha de proyectos comunes de envasado.
Once almazaras de Jaén constituyen una central de ventas y advierten de que no saldrá ni un solo kilo de sus bodegas hasta que el valor del aceite asegure la rentabilidad al productor.
Los olivareros contratacan. Lo hacen tarde, pero por fin han decidido plantar cara a los grandes compradores de aceite de oliva. Ayer se presentó Interoleo Picual Jaén S. L., una central de ventas promovida por la Asociación de Industrias de Aceite de Oliva y Aceituna de Mesa (ANIA) en la que se han integrado inicialmente diez cooperativas, entre las que se encuentra una de segundo grado (Oleocampo, de Torredelcampo), y una fábrica particular (Aceites La Laguna, de Baeza). La empresa representará los intereses de 10.087 olivareros jienenses y surge con una clara intención: vender sus 40 millones de kilos de aceite de oliva a un valor que garantice la rentabilidad de los agricultores. ¿Qué significa esto? Pues por lo pronto esto supone que no saldrá ni un sólo kilo de las bodegas de Interoleo a los 1,85 euros actuales. Es más, probablemente no lo harán ni cuando el kilo esté a 2 euros, a 2,10 a 2,20 ó a 2,30. Los promotores de la nueva plataforma evitaron por todos los medios hablar de unas tarifas mínimas de salida, aunque sí aclararon que a los productores de Jaén le empiezan a salir las cuentas a partir de los 2,40 euros (concretamente se refirieron a una horquillas que oscila entre los 2,40 y los 2,60 euros).
Esta estrategia conlleva, por lo pronto, que el mercado cuente con 40.000 toneladas menos, una cifra que se podría multiplicar por dos a corto plazo si Olivar de Segura, sus catorce almazaras y sus 40.000 toneladas de género deciden también sumarse a Interoleo. Y esto ya sí que son palabras mayores. En este punto, conviene recordar que el argumentario de Interoleo coincide con el de los otros grandes grupos que se están gestando en estos momentos. Oliaesa, impulsado por Aproliva y que aspira a mover 150.000 toneladas, tampoco está dispuesto a cerrar operaciones por debajo de costes de explotación. Todos estos movimientos se traducen en una menor disponibilidad de producto, una coyuntura que debe obligar a la demanda a pagar un poco más y que debe tirar hacia arriba de los precios, tal y como reclama el sector, que a través de la organización agraria COAG ya ha convocado paros a finales de este mes de enero, en plena campaña de recolección de la aceituna, para pedir a las administraciones que tomen cartas en el asunto y que pongan freno a los abusos de los envasadores.
Un discurso medido
Los representantes de Interoleo que dieron la cara ante la prensa este miércoles sabían perfectamente cuál era el mensaje que querían difundir. Y es que son muchos los olivareros que siguen asociando el vocablo 'unión' a sonados fiascos como el de Uteco o Fedeoliva. Por eso insistieron en la importancia de ganar tamaño para evitar la atomización y la competencia entre ellos mismos; y por eso repitieron infinidad de veces palabras como 'participación', 'transparencia', 'profesionalidad', 'agilidad' o 'seguridad'. Tampoco fue casual que informaran del interés que ha suscitado la idea en la Caja de Jaén o en la Caja Rural Rural de Jaén, las dos entidades financieras cien por cien provinciales. «Éste es un proyecto de Jaén y para Jaén», indicó José Gilabert, presidente de ANIA y de la cooperativa San Vicente (Villacarrillo), también imbricada en Interoleo.
Sigue:ideal.es
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