Las trampas italianas en el aceite de oliva
El Gobierno italiano investiga un gigantesco fraude en el etiquetado de aceite de oliva. El país vecino absorbe el 65 % de toda la exportación española, unas 600.000 toneladas anuales, cuyas ventas se realizan a través de cisternas a granel que se trasladan hasta las industrias de aquel país para su envasado y comercialización.
Italia absorbe el 65 % de toda la exportación de aceite de oliva de
España. Su industria agroalimentaria —una de las potentes del mundo y
con grandes multinacionales que dominan la transformación de cultivos—
aglutina la mayor parte de las ventas oleícolas de los productores
españoles. Estas transacciones se realizan a través de cisternas a
granel desde los almacenes y cooperativas, incluidas las de la Comunitat
Valenciana, una de las principales autonomías olivareras de España. La
industria del país vecino envasa allí un producto que reexporta luego a
todo mundo al contar con las principales empresas comercializadoras de
la Unión Europea (UE). Además, dos terceras partes del aceite que vende
en su mercado doméstico procede de España , según ha constatado
recientemente la mayor asociación de productores del país, Coldiretti,
cuyos dirigentes advierten de que durante 2011 las importaciones de
aceite superaron el volumen de las exportaciones.
Ajenos a las
prácticas anticompetitivas y de engaño a los consumidores realizadas en
ocasiones por la industria italiana, los productores valencianos de
aceite—sin cometer ilegalidad alguna en la venta de su aceite a granel—
se mantienen en posiciones de liderazgo del comercio exterior en España.
Desde el Maestrat hasta la Vall d’Albaida, entre otras comarcas,
continúan enviándose camiones cisterna hasta las industria italianas a
lo largo de la temporada. Según los datos facilitados por el ICEX,
durante los últimos años el valor de las exportaciones cayeron si se
compara con los 8,2 millones de euros alcanzados en 2007. La sequía y
otros factores han mermado la cosecha de las almazaras, que también este
año verán recortada si se compara con anteriores campañas por la falta
de lluvias durante el verano. Sea como fuere, las exportaciones
continúan siendo un eje básico en su estrategia comercial.
La UE toma cartas en el asunto
La
organización de productores Coldiretti denuncia que bajo la apariencia
de «italianidad» los aceites de oliva de importación se mezclan con los
nacionales para adquirir una imagen de país con etiquetas aparentes y
bajo de la cobertura de marcas históricas», asegura una informe
publicado por el diario turinés La Stampa. El aceite etiquetado como
italiano es en sus dos terceras partes español, asegura el citado
estudio de la mayor asociación de agricultores del país.
La mayor
parte de las 600.000 toneladas de aceite que Italia importó en 2011
procedían de oliverales españoles, aunque también de Grecia, Portugal,
Francia y Turquía .. En el caso español, algunos olivareros italianos
compraron el kilogramo de aceite a 50 céntimos, que luego revendieron en
el mercado nacional a un precio de entre 2 euros y medio y tres euros.
«Los
especuladores están manipulando el comercio y hacen mucho daño»,
lamenta el técnico de Medio Ambiente y experto en el sector del aceite
de la Unió, Ferran Gregori. La picaresca de la industria italiana se
convierte en delito, en prácticas ilegales porque la Unión Europea
promulgó una Directiva sobre la claridad en la procedencia del
etiquetado, que genera unos 5.000 millones de euros de beneficios
anuales a quienes realizan estas prácticas irregulares, advierten los
responsables de Coldiretti.
Según el técnico de la Unió de
Llauradors, «Italia absorbe una gran cantidad de la exportación española
de aceite de oliva porque controla algunas de las industrias
agroalimentarias más grandes del mundo. Lo mismo pasa con la almendra en
España, que importamos y luego vendemos», puntualiza Gregori. En su
opinión, las denuncias de los productores italianos por las
importaciones están justificadas. «Sus autoridades denuncian el fraude
con las etiquetas y deben tomar cartas en el asunto para no manipular a
los consumidores», agrega este dirigente agrario de la Unió.
A la
vista de la situación, Italia está trabajando en una propuesta de ley
para tutelar el aceite contra el aumento de las importaciones de aceite
extranjero y contra las falsificaciones. Esta propuesta legal, según
Agrodigital, ha sido presentada por la organización de productores
Coldiretti, Fundación Symbola (Fundación para la calidad de los
productos italianos) y Unaprol (asociación de olivicultores).
Las
principales novedades contenidas en la propuesta de ley consisten en
exigir letras más grandes en la etiqueta, medidas para impedir marcas
engañosas y eliminar el secreto alrededor de los nombres de las empresas
que importan aceite del exterior. También se incluiría el control de la
clasificación de las características cualitativas de los aceites.
Además, tiene como objetivo construir un sistema de normas que proteja a
los consumidores y vele por la competencia leal entre las empresas,
preservando la autenticidad del producto, la certeza de su procedencia
territorial y la transparencia de la información que se proporciona al
consumidor.
Mientras Italia trata de poner fin a estas prácticas
ilegales los productores españoles continúan viendo al sector del aceite
como un cultivo cuyos precios están subiendo en origen durante los
últimos años a pesar del exceso de producción. España produce 1,6
millones de toneladas, de los que una 32.000 toneladas proceden de la C.
Valenciana. Esta campaña caerá la cosecha por la sequía.
Fuente:levante-emv.com