El sector del aceite de oliva alerta al Gobierno de España que el NutriScore minusvalora los beneficios saludables del consumo de aceites de oliva
El sector se muestra muy preocupado por la apreciación que los consumidores pueden tener de un producto calificado como “C”, lejos de alimentos considerados como saludables
Muchos consumidores puedan limitar su consumo, confundidos por el mensaje equívoco del nuevo etiquetado en consideración
La Junta Directiva de la Organización Interprofesional del Aceite de Oliva
Español se ha dirigido al ministro de Consumo, Alberto Garzón, para solicitar, con carácter
urgente, una reunión en la que abordar la calificación que da a los aceites de oliva el
sistema de etiquetado nutricional voluntario que se pretende implantar en nuestro país.
Es más, la carta advierte que los beneficios para la salud de los aceites de oliva “quedan
claramente enmascarados en el sistema de etiquetado nutricional voluntario que el
Gobierno de España tiene la intención de implantar en nuestro país”.
Asimismo, la misiva cuestiona algunos de los argumentos que ciertos sectores están
manejando para defender el NutriScore: “El algoritmo de cálculo se modificó para dar un
tratamiento más benigno a los aceites de oliva. No obstante, esa adaptación no ha
acabado con el problema. El consumidor verá que a un aceite de oliva virgen extra se le
asigna la categoría “C” y el color amarillo. Y ese es un mensaje de “alerta en cuanto al
consumo del producto”. Nos tememos que muchos consumidores lo asumirán como una
advertencia para limitar su consumo. Y de poco servirá que los expertos subrayen que no
se pueden comparar alimentos de distintas categorías que comparten una misma posición
en la tabla, ni que la referencia en dicho sistema de etiquetado frontal es en base a 100ml
(más del doble de la ingesta media diaria en nuestro país). La percepción final será que el
aceite de oliva que compremos tiene la misma puntuación que alimentos que
identificamos como incompatibles con una dieta sana”.
Se da así la circunstancia que un etiquetado, nacido para orientar al consumidor sobre
cómo lograr una alimentación más saludable, perpetúa clichés que ya creíamos superados
sobre las grasas como una amenaza para nuestra salud. El sector exige que cualquier
etiquetado de este tipo debe diferenciar claramente lo que es sano de lo que no lo es. Así
de claro. Y, sobre todo, teniendo en consideración que ninguna persona abusaría del
consumo de aceites de oliva pensando que son milagrosos.
El presidente de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, Pedro Barato, advierte que
el sector, en ningún caso, se posiciona contra iniciativas que sirvan para informar y educar
al consumidor sobre cómo llevar una alimentación sana: “Muy al contrario. Somos
conscientes que cualquier recomendación, realizada desde el rigor científico, otorgará un
papel fundamental a los aceites de oliva como principal aportación de grasa en una dieta
equilibrada. Además, me pregunto, ¿qué mensaje estamos lanzando a los nuevos
consumidores de nuestros aceites en el mundo, si nosotros mismos no somos capaces de
valorar los beneficios saludables que la ciencia ha descrito en los últimos años? Es un
contrasentido”.
Sobre La Interprofesional del Aceite de Oliva Español
La Interprofesional, una organización sin ánimo de lucro, agrupa a todas las entidades representativas del sector del aceite de oliva español, que tiene como principal objetivo la promoción del producto en todo el mundo. A través de su marca de promoción, Aceites de Oliva de España, lleva una década desarrollando campañas de promoción para acercar el producto a consumidores de los cinco continentes. Campañas que están trabajando fundamentalmente en la identificación del origen España, como líder indiscutible en calidad y cantidad de aceites de oliva producidos y comercializados.
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