Envasadoras y exportadoras de aceite de oliva recomiendan a sus miembros que eleven los controles
La Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac) y la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (Asoliva) han decidido recomendar a sus empresas asociadas una mayor exigencia a sus proveedores en el momento de la compra de los aceites de oliva virgen y virgen extra.
Según indican ambas organizaciones en un comunicado
conjunto, las juntas directivas de estas asociaciones han decidido hacer
estas recomendaciones con el objetivo de aportar mayor información ante
la "inseguridad jurídica" a la que se enfrentan las envasadoras y
exportadoras por el método del 'panel test'. Se trata de una valoración organoléptica basada en un panel de catadores que establece la categoría
comercial de los aceites virgen y virgen extra, obligatoria a nivel
europeo.
Este sistema de calificación y la creciente
presión por parte de la Administración está provocando gran preocupación
e indefensión para los envasadores y exportadores por la "subjetividad"
del método. En uno de cada cuatro lotes de aceite analizados se han
encontrado discrepancias en las valoraciones por parte de los paneles
oficiales de cata, según un estudio realizado por estas asociaciones.
Por
ello aconsejan a las empresas asociadas que soliciten a sus proveedores
un certificado acreditando la calidad de los aceites que compran. Este
documento deberá recoger que las partidas se han sometido a una
valoración fisicoquímica y organoléptica por medio de un laboratorio y
un panel de cata, preferentemente autorizados como exige la normativa
comunitaria, con la calificación obtenida del aceite vendido y
facturado. Además, el documento tendrá una antigüedad no superior a tres
meses (90 días).
Anierac y Asoliva resaltan que "es responsabilidad de los
envasadores garantizar ante los consumidores que el producto que se
envasa y se comercializa corresponde con las características que
aparecen en el etiquetado". Por ello, entienden que "es preciso que el
envasador exija a sus proveedores la información que avale la calidad
del aceite para asegurar que el producto que ha adquirido responde a
esas características y poder acreditarlo".
Estos
consejos o buenas prácticas para sus socios "son, además, una forma de
asegurar la trazabilidad en todas las etapas de la cadena, cumpliendo la
Ley de seguridad alimentaria y nutrición".
Anierac y
Asoliva también hacen hincapié en la "excesiva responsabilidad" que
recae sobre envasadores y exportadores, y, citando los principios
rectores de la Ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la
cadena alimentaria, exigen que las relaciones comerciales "se rijan por
los principios de equilibrio y equitativa distribución de riesgos y
responsabilidades, entre otros".
De esta forma,
envasadores y exportadores intentan sensibilizar a las administraciones
públicas ante la "inseguridad jurídica" de este método.
Fuente:lainformacion.com
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