Unesco avala la dieta mediterránea y 'publicita' a nivel mundial las bondades del aceite de oliva
Aplauso unánime del sector hacia una decisión que facilita el conocimiento del zumo de aceitunas en los nuevos mercados
Promoción, promoción y promoción. Éste uno de los principales objetivos del sector oleícola ante la expectativa de que dentro de nada, a finales de esta década, las cosechas alcancen los dos millones de toneladas en España, casi 500.000 más que en la actualidad. Pues promoción, con mayúsculas, es la que se logrará gracias a algo muy notable que sucedió ayer en Nairobi (Kenia), que la afamada dieta mediterránea sea Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Estamos ante un hito de enorme importancia porque el principal ingrediente de esta tradición culinaria que comparten los países bañados por el Mediterráneo es el 'oro líquido', tal y como bautizó al aceite de oliva el rapsoda Homero. Jaén ya es perfectamente consciente de lo que significa esto. Desde que Úbeda y Baeza fueron tocadas por la varita mágica de la Unesco la afluencia de turistas se ha duplicado. No deja de ser una referencia, pero puede ser una buena piedra de toque de la trascendencia que tiene una catalogación de estas características.
La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha mostrado su gran alegría por el hecho de que las manifestaciones culturales españolas -también se han aprobado las candidaturas del flamenco, la cetrería, los castells catalanes y la sibila mallorquina- entren en un «club muy selectivo» como la Unesco. «Esto compromete a gobiernos, instituciones y sociedad en la preservación y fomento de estas expresiones para que se conserven tal y como han sido heredadas desde hace siglos y fomentar también su evolución».
Satisfacción en Jaén
La buena nueva ha sido recibida con aplausos generalizados en una provincia con una economía tan dependiente del olivar, que aporta el 13 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). Aunque se ponga en valor una forma de entender la gastronomía, estamos ante un auténtico acicate para el consumo de todos los 'ingredientes' que la componen. Así lo entienden, desde luego, los principales beneficiados de un hipotético incremento de la demanda, los agricultores. El gerente de Asaja-Jaén, Luis Carlos Valero, asegura que la decisión de la Unesco es relevante, «puesto que también es un reconocimiento a los aceituneros de Jaén, que han contribuido mucho a que el zumo de las aceitunas tenga una consideración tan elevada». «Por este motivo -agrega- no se puede permitir que el cultivo desaparezca en nuestra tierra por la falta de competitividad de las explotaciones tradicionales frente a las plantaciones intensivas que poco a poco entran en funcionamiento en otras zonas». «Hace falta acometer un proceso de reconversión y además hay que hacerlo ya», destaca Valero.
El secretario general de COAG-Jaén, Rafael Civantos, ha señalado que estamos ante un acontecimiento «muy importante al suponer un distintivo de calidad de un producto avalado por una historia y una tradición y con un componente medioambiental de primer orden». «Ahora lo que falta es que otras administraciones cojan el guante y que la Comisión Europea, por ejemplo, acepte que las etiquetas destaquen que estamos ante un alimento cardiosaludable, tal y como ya sucede en los Estados Unidos», apostilla.
Sigue:ideal.es
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