El aceite de oliva virgen ha "llegado tarde" a la investigación
El aceite de oliva virgen ha "llegado tarde" a la investigación y, sobre todo, a la difusión masiva de sus propiedades y beneficios, y por eso aún se le relaciona con otras grasas de efectos perniciosos, como las de origen animal o saturadas.
Así lo ha afirmado esta mañana el doctor del departamento de Lípidos del Hospital Reina Sofía de Córdoba, Fernando López Segura, que participa en el seminario de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) sobre "Aceite de oliva. Historia y vida".
Este especialista en lípidos ha aseverado que en el extranjero se desconoce el aceite de oliva y sus propiedades, porque no hay una adecuada difusión de sus beneficios para la salud.
Según ha explicado, en la Unión Europea existe un "concepto global" sobre que la grasa es mala y se han metido todas (incluidas el aceite de oliva) "bajo el mismo paraguas", sin discriminar sus efectos en la salud.
López Segura ha lamentado que actualmente en la Unión Europea no se puede publicitar el aceite de oliva como un producto bueno en la prevención de enfermedades como el colesterol, la hipertensión o la diabetes, porque la normativa lo prohíbe.
Y ha indicado que ya hace tiempo que se demostró que los ácidos grasos Omega 3 son beneficiosos, pero el aceite de oliva aún debe recorrer ese camino.
"El aceite de oliva se produce en España, y dentro de España en Andalucía, principalmente en Jaén, y no en Suecia o en Noruega, donde se produce el salmón, y claramente ésa es la diferencia que hace que tengamos ese retraso en investigación", ha considerado este especialista.
Pero, según ha asegurado, los efectos positivos del aceite de oliva deben quedar demostrados con una base "de evidencia", y no basta con que "alguien diga en un foro que es bueno".
Para ello, se están impulsando en España sendos estudios de gran envergadura relacionados con el consumo de este producto: uno en personas sanas, a las que se hace un seguimiento durante cinco años, y otro en enfermos coronarios.
A una parte de esos enfermos se les somete a una dieta rica en aceite de oliva para compararlos con otra parte, que tiene una dieta baja en grasas.
Cuando hayan pasado cinco años, se comparará en estos dos grupos la tasa de fallecimientos y nuevos infartos.
López Segura ha confiado en que, una vez se contrasten a nivel europeo los resultados de las investigaciones sobre el aceite de oliva, se puedan publicitar sus efectos beneficiosos, en un plazo que podría ser de "un año o dos".
Sigue:abc.es
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