Alza en importación de aceites en Maxico

Entre enero y febrero de 2009 las importaciones de aceite de almendra de palma crecieron 139.5%, y las de aceite de oliva un 40%.

En los 2 primeros meses que lleva vigente el decreto presidencial que permite la compra al exterior de estos productos a tasas preferenciales, se incrementaron las importaciones totales de aceite de girasol, oliva, almendra, ricino y de palma, según datos de la Secretaría de Agricultura y Aduanas.

Los estudios muestran que entre enero y febrero las importaciones de aceite de almendra de palma crecieron 139.5%, las de palma, 24.8% y las de oliva, 40% con respecto al mismo periodo del año anterior.

El gobierno mexicano decretó, a partir del 17 de diciembre, una reducción arancelaria en tres etapas hasta llegar a cero, con el fin de importar aceites de cualquier parte del mundo, para que garantizaran precios bajos y abastecieran a los mexicanos, así como a las industrias del país.

Con el decreto, estos productos pueden importarse con aranceles más bajos. Y abarca 24 fracciones arancelarias de aceites de oliva, nabo, girasol, ricino, palma, coco y soya; y la medida consiste en una baja paulatina en los aranceles de estos productos hasta llegar a cero.

La primera etapa fue una baja de arancel al momento de la publicación del decreto, lo que significó que la tasa de impuestos pasó de 10% ó 20% a 7% ó 14% (dependiendo el producto). La segunda parte se llevaría a cabo después de 30 días del anuncio, el gravamen sería de 3% y de 0%, después de 60 días.

Sin embargo, las empresas productoras y embotelladoras de aceite de cocina en México consideraron que la medida acabaría con la industria aceitera y decidieron amparase contra el decreto.

El Poder Judicial les otorgó la suspensión provisional, lo que significó que no pasarán a la segunda etapa, pero aún así las importaciones aumentaron por lo atractivo que resultó para los compradores pagar una tasa arancelaria más baja.

Las compañías, que requieren los aceites principalmente para la fabricación de alimentos, así como para elaborar jabones o productos de limpieza e higiene, reconocieron que el decreto fue benéfico.
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