España pone en marcha un ambicioso proyecto de investigación sobre la erradicación, contención y control de Xylella fastidiosa
El Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) ha posibilitado que grupos de investigación de toda España unan esfuerzos para trabajar en una estrategia integrada que de soluciones y permita minimizar los riesgos para nuestro olivar
Se trata de atacar la enfermedad desde varios frentes, primero con un mayor conocimiento de la bacteria, su propagación por vectores y el control de los insectos que la transmiten, y de esta forma diseñar estrategias eficaces que frenen su expansión, y por otra mediante la búsqueda de variedades de olivo tolerantes o resistentes
La Interprofesional del Aceite de Oliva Español destina una media del 11% de los recursos aportados por el conjunto del sector al impulso de la I+D+i
Hace ahora dos años, el Servicio de Sanidad Vegetal de las Islas Baleares detectaba los primeros casos de la bacteria Xylella en nuestro país. Una enfermedad que, desde el año 2013, está causando estragos en el olivar del sudeste de Italia y que se ha demostrado muy difícil de controlar. Transmitida por insectos que se alimentan del xilema de las plantas, aún no se conocen con exactitud cuántas variedades de plantas pueden servir de huésped a la bacteria. Además, no existe un tratamiento eficaz contra la misma más allá del control y eliminación de las plantas infectadas y erradicación del insecto que la propaga.
Así no es de extrañar que la Xylella se haya convertido en una de las principales preocupaciones del sector, como confirma Pedro Barato, presidente de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español: “La Xylella puede ser un problema muy importante para el olivar europeo y en particular para el español y la Interprofesional del Aceite de Oliva Español no puede hacer dejación de funciones. Es fundamental que la Organización apueste por la medicina y la prevención”. De hecho, desde que se diagnosticaron los primeros casos, el sector trasladó la preocupación a la Comisión Europea para la puesta en marcha de proyectos internacionales en los focos iniciales de la enfermedad. Por su parte la Organización Interprofesional mantuvo frecuentes contactos con instituciones y grupos de investigación para tratar de dar una respuesta multidisciplinar y colaborativa al reto sanitario que se plantea. No obstante, fue el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) el que facilitó el diálogo de todos los grupos de investigación en España vinculados a esta materia para financiar un proyecto de investigación coordinado, con seis líneas de trabajo, con la participan de centros de referencia de todo el país.
Ahora, la Interprofesional del Aceite de Oliva Español ha cerrado un contrato de Investigación y Desarrollo que permite apoyar el trabajo en esas líneas, que tratan de dar una respuesta de amplio espectro a un problema que no tiene una solución sencilla, tal y como explica Antonio Vicent, investigador del centro de Protección Vegetal del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA): “No hay prácticamente ninguna enfermedad que se cure con una bala mágica. Lo que hay es una integración de medidas, es lo que se llama la gestión integrada de enfermedades. Los diferentes objetivos del proyecto van a abordar todas las patas de esa estrategia integrada”. Las seis líneas de trabajo, que se desarrollarán a lo largo de los próximos tres años, son las siguientes:
1. Desarrollo de análisis de riesgos regionalizados y guías para optimizar los programas de erradicación de Xylella fastidiosa y control de sus vectores potenciales en olivo en España. Línea coordinada por el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) que como explica Antonio Vicent, investigador del centro: “A partir del conocimiento del clima que tenemos de las diferentes zonas afectadas, la idea es poder predecir cuál será el comportamiento de esta bacteria en las diferentes zonas olivareras de España. No todas tienen que tener el mismo riesgo, de la misma forma que no todas tienen la misma climatología, ni cultivan las mismas variedades, ni tienen la misma gestión del cultivo”.
2. Diagnóstico, estructura genética y gama de huéspedes de las poblaciones de Xylella fastidiosa
presentes en los focos epidémicos de España en zonas con cultivo preferente de olivar. Línea coordinada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Blanca Landa, Investigadora en el Instituto de Agricultura Sostenible de Córdoba del CSIC, aclara que esta investigación “trata de desarrollar nuevas técnicas de diagnóstico de Xylella fastidiosa. Establecer las plantas potenciales huéspedes en los distintos focos aparecidos en España y secuenciar el genoma de las cepas que han aparecido. Por el momento, lo que se ha avanzado es que las cepas que se han detectado en España son diferentes a las de Italia, lo que, por una parte es positivo, ya que no se trata de la misma cepa tan virulenta de Italia, pero, por otra parte, hay un desconocimiento total de cuál puede ser los efectos de estos genotipos. Ya hemos podido secuenciar tres genomas que nos permitirá determinar el posible origen de estas cepas y ayudarnos a buscar medidas de control de la mismas”.
3. Patogenicidad de aislados tipo de Xylella fastidiosa presentes en España sobre las principales variedades de olivo españolas. Esta línea, coordinada por la Universidad de Gerona, tiene al frente a Emilio Montesinos, catedrático de Patología Vegetal, que trata de conocer mejor qué efectos tiene la infección en el olivar: “Es importante acabar conociendo si los aislados de todos los focos que se van detectando en España son muy agresivos o poco, porque eso va a ayudar también a las autoridades a tomar unas medidas de erradicación o de contención más drásticas o menos. Y creo que para el sector eso es muy importante, porque nos está diciendo que no todos los focos son del mismo nivel de riesgo”.
4. Caracterizar el proceso de infección y la respuesta genotipo/fenotipo de las principales variedades de olivo y acebuche presentado respuesta diferencial a Xylella fastidiosa en infecciones naturales de campo. La Universidad de las Islas Baleares lidera esta línea que permitirá hacer pruebas en umbráculos de bioseguridad y en campo en las Islas Baleares, de la sensibilidad de las distintas variedades de olivo a este patógeno. Diego Olmo, responsables del Laboratorio de Sanidad Vegetal de las Islas Baleares avanza algunos de los trabajos que se van a desarrollar en las islas: “Vamos a establecer un banco de germoplasma de olivo que nos va a ceder el IFAPA y vamos a colocar variedades en campo para comprobar la respuesta que tienen”.
5. Biología y ecología de vectores potenciales de Xylella fastidiosa y su papel en la epidemiología y el control de la enfermedad en olivo. La coordinación del proyecto corresponde al Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA) que va a trabajar fundamentalmente en el control del insecto que transmite la enfermedad entre las plantas cuando se alimenta de su sabia. Jordi Sabaté, investigador Programa de Protección Vegetal Sostenible del IRTA de Cabrils, nos avanza cuales pueden ser esas estrategias de control: “Una es la estrategia insecticida, pero tenemos el hándicap que el insecto muchas veces vive fuera de la parcela. Por otro lado, también podemos controlarlo intentando evitar que entre en nuestro cultivo, echando repelentes y favorecer comunidades vegetales fuera en la que se encuentre más a gusto. Por último, considerar estrategias mixtas que combinen ambas”.
6. Bases científicas para las acciones de transferencia y comunicación sobre las enfermedades causadas por Xylella fastidiosa en olivo. Finalmente, el Instituto de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica de la Junta de Andalucía (IFAPA), asume la responsabilidad de coordinar y vehicular toda la información del proyecto con otros grupos de investigación internacionales, así como con el sector de los aceites de oliva. De hecho Antonio Vicent, destaca la gran ventaja de partida de este proyecto al contar con el total apoyo del sector: “Hay muchos ejemplos históricos de proyectos que han dado muy buenos resultados científicos, pero que luego no se han trasladado a la realidad. ¿Por qué? Porque se ha dejado al sector aparte o no ha participado en el proceso de gestación y de proyecto. En este caso, es una oportunidad para que los investigadores se sienten codo con codo con los productores, con toda la industria del aceite de oliva, y una forma de que estas medidas que pueden salir del proyecto, las consideren propias y las implemente de una manera mucho más efectiva”.
El apoyo de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español se integra en sus líneas de I+D+i, a las que la Organización destina de media el 11% de su presupuesto.
Fuente:np
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