CITOLIVA avanza en el tratamiento del fruto para mejorar la calidad de los aceites vírgenes extra
A través del proyecto AOVE PREMIUM: Tecnología Postcosecha en la obtención de Aceite de Oliva Virgen
Extra Premium’, financiado por la consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de
Andalucía, los investigadores jiennenses han determinado la influencia de una serie de aspectos a tener en
cuenta por las almazaras antes de molturar el fruto para obtener un producto diferenciado y competitivo de
alto valor añadido, entre los que destacan las condiciones de lavado y almacenamiento del fruto y la
combinación de ambos, así como el intervalo de tiempo óptimo entre la recogida y la maduración del fruto.
La calidad del aceite de oliva virgen es consecuencia directa de las
características del fruto en el momento de su procesado. Tras la recolección, el tiempo transcurrido hasta la
extracción del aceite, que incluye el transporte, limpieza y/o lavado del fruto, así como el almacenamiento,
constituye un punto determinante de la calidad del aceite de oliva virgen. Esta fase, que en el caso de los aceites de
alta gama se queda reducida al efecto del tiempo transcurrido sólo desde la recolección hasta la molturación, y que
en el caso del funcionamiento habitual de cualquier almazara puede extenderse hasta un máximo de 24 horas en
condiciones normales, llega a constituir un punto crítico a la hora de obtener un aceite de calidad. Por ello, el centro
tecnológico líder en la innovación del sector oleícola, ha llevado a cabo un estudio pionero en España sobre
la importancia del estado de madurez del fruto, en concreto de la aceituna de cosecha temprana, sobre los
parámetros de calidad de los aceites de oliva virgen extra picuales de alta gama.
A través del proyecto ‘AOVE PREMIUM: Tecnología Postcosecha en la obtención de Aceite de Oliva Virgen
Extra Premium’, financiado por la consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de
Andalucía, los investigadores jiennenses han determinado la influencia de una serie de aspectos a tener en cuenta
por las almazaras antes de su molturación para obtener un producto diferenciado y competitivo de alto valor
añadido, entre los que destacan las condiciones de lavado y almacenamiento del fruto, así como el intervalo de
tiempo óptimo entre la recogida y la maduración del fruto.
fuente:np
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