13 septiembre, 2010

La moda del aceite 'low cost' revienta el mercado y encoleriza al sector

Cadenas vuelven a ofertarlo como artículo estrella en sus promociones, restando categoría a un producto con muy buena prensa

Suponga que le regalan dos cosas, una vale cinco y otra diez. ¿Con cuál de las dos se quedaría? Lo lógico sería que la inmensa mayoría se decantara por lo más caro porque se supone que es mejor. Otra pregunta ¿y qué pensaría usted si, sistemáticamente, le ofrecieran gratis, o por muy poco dinero, eso mismo que ha aceptado sin miramientos? Lo más normal es que empezara a dudar sobre el valor del producto. Pues bien, con este sencillo juego podemos entender perfectamente qué está pasando con el aceite de oliva, con todos los daños colaterales que eso tiene sobre los olivareros y para la economía de Jaén. Que algo que teóricamente es estupendo -los estudios científicos así lo avalan- y que cuesta fabricarlo en torno a 2,20 euros se pueda encontrar a precios de ganga en las estanterías de los supermercados. El mes pasado, por ejemplo, a 2,15 euros. Y es que si hay un artículo 'gancho' para atraer la atención de los consumidores, ése el oro verde, que ahora mismo sí se puede afirmar que cumple la regla de las tres bes: 'bueno, bonito y barato'.
No hay más que echar un vistazo a los folletos de las grandes cadenas de distribución. Llevarse tres litros de virgen extra y pagar dos o incluso obsequio de una botella por compras superiores a equis euros. Es cierto -todo sea dicho- que las promociones más agresivas en las que se utiliza el zumo de aceitunas para captar clientes se centraron a principios de septiembre, con la operación 'llenar la despensa tras las vacaciones', pero tampoco es menos cierto que no estamos ante un hecho coyuntural, sino que se repite con mucha frecuencia. O si no, presten un poco de atención y lo comprobarán.
Por lo pronto, el último observatorio que elabora el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ya situaba el aceite como el cuarto alimento envasado -sobre una lista de treinta- que más se había depreciado en agosto. Un 0,73 por ciento. A ver lo que pasa en septiembre, aunque todo apunta a que, probablemente, la tendencia se mantendrá.
Las dos caras de la moneda
Este asunto debe analizarse desde una doble perspectiva. Obviamente, el principal beneficiado es el usuario final. Pero la situación es bastante negativa para los productores, que observan con preocupación que esa pérdida de categoría implica, a su vez, una minusvaloración de sus cosechas a pesar de que estén vendido mucho más. Tanto es así que si se mantiene el ritmo de salida de género de esta campaña con destino al mercado interior, en torno a 47.000 toneladas mensuales, se alcanzarán las 564.000 toneladas en el cómputo de todo el ejercicio, lo que significa un 7 por ciento más que la media de los últimos cuatro años. Pocos sectores presentan esta progresión en plena crisis. El único pero es que detrás de este incremento de demanda subyace claramente el efecto 'low cost'.
El tema ya ha sido denunciado en reiteradas ocasiones por organizaciones como la Unión de Pequeños Agricultores que, consciente de peligro que entraña esta política, ha elevado este asunto a instancias como el Tribunal de la Competencia alegando que las prácticas de dumping no son legales y que no se puede comercializar algo por menos del gasto que implica producirlo.
Fuente:Ideal.es

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