La leche ya ha apostado por esta fórmula en Castilla León y los primeros resultados de ventas revelan la complicidad de un consumidor que, identificado con el producto de su tierra, está dispuesto a pagar un precio justo que evite pérdidas al ganadero que lo produce
Confirmada la cuarta campaña de producción de aceite de oliva en
pérdidas, al olivarero español hay algo de lo que no le cabe ninguna
duda: a la gran distribución, que comercializa el 80% del aceite en
nuestro país, no parece preocuparle la situación precaria de los que
producen en origen, de los agricultores.
Ha habido
muchas tentativas de negociación, incluso ha existido manifestación de
buenas intenciones por parte de algunas grandes cadenas que incluso se
comprometían en no caer más en la tentación de utilizar el zumo de
aceituna como producto gancho… pero la realidad es que cada quincena se
siguen sucediendo las ofertas de unas u otras grandes superficies y al
final todas terminan utilizando los aceites de oliva como producto
gancho, vendiendo a pérdida. Como hemos señalado más de una vez, es su
juguete favorito… junto con la leche.
Ante esta
situación existen armas legales puesto que en España hay dos normas que
prohíben esta práctica pero no parece fácil, o no se encuentra la
fórmula, de que las denuncias ante esta venta a pérdidas terminen
arribando en buen puerto… cuando se les solicita información aparecen
facturas que justifican una “irreal” escala de valor con márgenes
siempre positivos, lo que contradice continuamente a la simple
aritmética del estrangulado o negativo margen bruto ente el precio en
origen y precio de venta al público.
Pero esto ya lo
hemos informado y denunciado en múltiples ocasiones y hoy aquí queremos
llamar la atención de otra fórmula que está resultando efectiva en
otros productos agroalimentarios. Se trata de comunicar y aplicar un
concepto de Mercado Justo, no de lejanos países, sino asociado a nuestro
territorio y sustentado en la complicidad de un consumidor identificado
con un producto que forma parte también de su Cultura.
Partimos
de que el principal problema del mercado oleícola, a dia de hoy, es el
bajo precio del producto en el mercado nacional, que termina marcando el
precio de equilibrio también en las exportaciones y siendo así nuestra
pregunta es: ¿Cuál sería la respuesta del consumidor español si,
basándonos en una buena comunicación, le informáramos que el olivicultor
está perdiendo dinero y que le ofrecemos ciertos aceites de oliva que
remuneran justamente a quien lo produce? Pues no lo podemos saber porque
nunca se ha hecho, pero al respecto si podemos asegurar dos cosas:
- En
la última y reciente encuesta del Observatorio de Precios del Aceite de
Oliva (OPCAO) de AEMO, que aún no hemos publicado, preguntábamos a los
consumidores si estarían dispuestos a pagar algo más por un litro de
aceite de oliva para así remunerar justamente al olivarero… y el
resultado ha sido que el 61.5% de los españoles han contestado que si lo
pagarían.
- La
experiencia de la leche “Tierra de Sabor” lanzada a la venta en
Castilla y León bajo la garantía de que supone un precio justo para el
ganadero que la produce ha sido un rotundo éxito.
Y
dicho esto, ¿Porqué no creamos desde el Sector productor un sello en la
etiqueta que certifique que quien esa marca compre esta contribuyendo a
la supervivencia de los olivareros españoles?, enfocándolo como un
precio justo para el productor y para el consumidor, con un mínimo que
asegure una renta mínima al olivarero, pero también, en su momento, con
un máximo que permita el consumo de la grasa más sana para cualquier
español.
La regulación de este marchamo quedaría a
juicio del Sector y tendría sentido su aplicación, sobre todo, en la
figura del productor-envasador, pero si alguna gran marca envasadora
quisiera acceder a él lo podría hacer siempre que demuestre que ha
comprado ese aceite en origen a un precio mínimo, a un precio justo.
Una
pista, en esta misma oleada de encuestas de AEMO, realizada en los dos
últimos meses, hemos preguntado también ¿Cual es para usted el precio
justo por un litro de aceite de oliva virgen?, y el promedio de las 400
encuestados en toda la geografía nacional ha sido de 2.85 €/litro… con
estos datos creemos que hay margen para la satisfacción de las dos
partes: el olivarero y el consumidor.
Fuente:
AEMO.es