Tiba ha coordinado una operación logística que ha llevado esos olivos desde un vivero de Tarragona hasta Riyadh, la capital de Arabia Saudí
El operador logístico Tiba ha sido el encargado de efectuar el
traslado de 156.000 unidades de olivos baby desde un vivero de Tarragona
hasta la capital de Arabia Saudí, Riyadh en menos de 24 horas. El
transporte ha requerido la utilización de transpaletas mecánicas, dos
tráilers frigoríficos con destino al Aeropuerto de Zaragoza y un avión
carguero. El embarque, de 26.520 kgs y 112 metros cúbicos, ocupaba ocho
planchas aéreas.
La complejidad de la operativa ha radicado en que “al tratarse de
plantas vivas, tanto la recolección como la carga y el transporte debía
realizarse con sumo cuidado”, ha explicado empresa transitaria española.
Los olivos baby constan de pequeñas unidades de la propia planta del
olivo destinadas a su trasplante y van preparadas en unas jaulas
denominadas ecobox, utilizadas para el transporte de materias orgánicas.
Éstas “contienen distintos departamentos y derivan a varios pisos con
un panel que transporta una hilera de plantas continuas”, ha
declarado el responsable de Tiba encargado de la operación, Albert Sanz.
Asimismo, ha añadido que “transportamos un total de 156.000 unidades
que se dividieron en 312 ecobox, por lo tanto, cada una contenía un
volumen de 500 unidades”. Una vez que la mercancía llegó al Aeropuerto
de Zaragoza, “el producto se montó en 8 planchas aéreas de 3×3 metros y
en tres pisos diferentes”. “Cada plancha individual transportaba 39
ecobox aproximadamente”, ha explicado Albert Sanz.
Para este tipo de operaciones “hay una planificación exhaustiva
detrás que recoge hasta el mínimo detalle”, porque “no podemos tener en
cuenta sólo el día de carga, la preparación del embarque se estuvo
trabajando durante unas cinco semanas, desde el primer momento que
empezamos a tratar con el cliente”, ha indicado Albert Sanz. Por
ejemplo, el olivo baby “tiene que encontrarse en un estado de madurez
idóneo para que pueda transportarse sin que sea demasiado agresivo y
resista todas las manipulaciones con los diferentes cambios de
temperatura”. No obstante, siempre que se opera con mercancía perecedera
“se deben evitar a toda costa los cambios bruscos de temperatura, por
ello, para esta operación se trabajó toda la noche anterior preparando
las ecobox en el mismo vivero, dado que prima la temperatura en el
proceso y no rompemos la cadena de frío con la temperatura nocturna”. De
esta forma, también hemos acortado “todo el tiempo que abarca el
tránsito de la mercancía hasta que llega a su destino, ahorrarnos una
hora puede ser muy significativa para la mercancía”. Los olivos han
permanecido en todo momento a temperatura controlada tanto en el tráiler
frigorífico como en la bodega de los aviones, aproximadamente a 4 o 5
grados.
La transitaria asegura que en apenas 24 horas se completó la
operación con éxito, a pesar de un retraso de dos horas que se
experimentó en el aeropuerto. El trayecto de Zaragoza a la capital saudí
sólo dura ocho horas y media. No obstante, “la necesidad de optimizar
al máximo el escaso tiempo disponible en un producto que debía estar en
su destino en un máximo de 72 horas requería una planificación
exhaustiva y detallada, que contemplara no solo los tiempos de tránsito,
sino también el periodo de almacenamiento en la cámara frigorífica del
aeropuerto, los trámites de aduana y fitosanitarios
correspondientes y una máxima coordinación con la aerolínea”, ha
manifestado el responsable de la operativa.
Para este tipo de operaciones, la compañía se beneficia de las nuevas
tecnologías como unos termómetros denominados Datalogers que registran
si el transportista ha mantenido la cadena del frío en todo el trayecto.
Asimismo, a través de la propia web de tracking de la aerolínea seguían
cada paso que recorría la carga y también mediante su propia web que
registra información actualizada de estado de la carga, un seguimiento
de los embarques e incluso de la gestión documental.
Fuente:elmercantil.com
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