- La empresa de supermercados asegura que su proveedor le aseguró en el contrato tener la cesión del uso de la enseña
- El titular de la marca acudió a denunciar a la Policía tras haber comprado dos garrafas en presencia de un notario
La cadena de supermercados MAS ha cesado en la comercialización de una marca de aceite de oliva después de que el verdadero propietario de la misma detectara que se estaba vendiendo sin su autorización. Los hechos ya los investiga la Policía Nacional. El aceite virgen extra 'Tres Olivas' es uno de los productos incluidos por MAS en la campaña promocional que, con motivo de su 42 aniversario (1973-2015), se ha venido desarrollando desde el 30 de abril hasta el 28 de mayo. El proveedor es la empresa sevillana Aceitera Nueva Esparta SL.
La marca 'Tres Olivas' está registrada desde el 13 de abril de 1976 por el industrial sevillano Antonio Moncayo Cortés, como puede constatarse en el registro de la Oficina de Patentes y Marcas. Aquél apoderó notarialmente en 1998 a sus hijos, José y Miguel Ángel Moncayo Romero, para representar dicha marca. El pasado 25 de mayo, José Moncayo acudió a la Policía Nacional para denunciar los hechos después de que las notificaciones realizadas tanto al fabricante como al distribuidor habían obtenido "la negativa a retirar el producto".
Según la documentación facilitada a este periódico, a Aceitera Nueva Esparta le envió un burofax el 6 de mayo para que cesara "en el uso infractorio de la marca". Lo mismo hizo el pasado día 18 a Grupo Hermanos Martín (MAS), al que le hacía ver que estaba comercializando de forma ilícita un producto y que, si no lo retiraba "inmediatamente" de todos los puntos de venta, procedería a interponer acciones judiciales.
Moncayo comparecía ante la Policía Nacional tras acudir esa misma tarde (25 de mayo) con el notario de Sevilla Alberto Moreno Ferreiro a un supermercado MAS de la capital hispalense y levantara acta de la compra de dos garrafas de cinco litros de la citada marca.
A preguntas de este periódico, un portavoz de MAS confirmó el requerimiento formulado por Moncayo y aseguró que, al día siguiente de recibir su burofax, ya se le contestó que se abría un expediente para comprobar los hechos que se denunciaban y que cautelarmente se suspendían las "relaciones comerciales" con dicho proveedor. Aseguró que en el contrato suscrito entre la cadena de supermercados y Aceitera Nueva Esparta existía supuestamente un derecho de cesión de uso de la marca y que eran "desconocedores" de los hechos denunciados.
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