El pan sustituye al aceite de oliva como gancho comercial en los
supermercados.
Los gigantes de la alimentación pelean por captar
clientes y abren una dura "guerra" con el precio de la barra, lo que
amenaza con sepultar a los panaderos tradicionales. Por el momento, los
clientes son los mayores beneficiados.En tiempos en los que para muchos
escasea el pan, la barra está de rebajas. Hay carteles que lo
promocionan como una oferta más en grandes superficies alimentarias y
supermercados de la capital y su provincia. Incluso, ya aparece en los
catálogos que se buzonean en los domicilios de los jiennenses.
El pan está de rebajas. El germen de este conflicto se sitúa en
Valencia. Allí las tres panaderías de José Navarro —Torrent, Quart de
Poblet y Gandía— venden más de 50.000 barras diarias desde que —en
septiembre— redujeron el valor de la barra a 0,20 euros. Para las
grandes superficies de alimentación este gesto no pasó desapercibido.
Vieron la atracción que tienen las personas hacia el pan, sobre todo si
es barato. Por ello, movieron "ficha" y extendieron la "guerra" del pan,
que se libra cada mañana en la capital jiennense y en muchos municipios
de la provincia.Las pequeñas panaderías se ven indefensas ante la
fuerza de los grandes ejércitos de las grandes empresas de distribución.
La mayoría cobra 0,55 euros por barra, lo que difiere 0,18 euros
respecto a importantes ofertas que se ven en supermercados y empresas
alimentarias. En tiempos de crisis, las familias miran hasta el último
céntimo. Mercadona ha rebajado la barra de 0,40 a 0,37 euros —250 gramos
en paquetes de 3 unidades—, lo que sirve para añadir más presión a sus
competidores, que son las otras grandes compañías alimentarias.
Sigue:diariojaen.es
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