La Xylella fastidiosa es una bacteria patogénica que causa enfermedades en distintos cultivos leñosos. Este patógeno ha puesto en alarma a toda Europa desde su detección en 2013 en olivares del sur de Italia, donde ha infectado más de un millón de olivos provocando el Síndrome de Decaimiento Rápido del Olivo (OQDS).
Dado el alto riesgo de propagación de la Xylella fastidiosa en importantes áreas agrícolas de la Unión Europea, nace el proyecto europeo Life Resilience con un presupuesto cercano a los tres millones de euros. Este proyecto que inició su andadura el pasado 1 de julio y concluirá el 31 de junio de 2022, está cofinanciado por la UE a través de su programa Life.
Su principal objetivo es perseguir soluciones sostenibles
dirigidas a disminuir la capacidad de propagación de Xylella fastidiosa
en plantaciones intensivas de olivo y almendro. Por lo tanto, gran
parte del proyecto se centrará en la obtención de variedades resistentes
a esta bacteria con la misión de minimizar las pérdidas que hasta ahora
conlleva tener una plantación infectada.
A partir de los diferentes ensayos de demostración que estamos realizando Life Resilience,
pretendemos realizar un manejo eficiente de los recursos, agua, energía
y suelo. Para llevar a cabo estos ensayos, contamos con drones de vigilancia
de precisión y monitoreo de la salud del suelo, entre otras
herramientas.Hasta el momento, se ha realizado un inventario de suelo,
de los insectos vectores y otros parámetros básicos en todas las fincas
demostrativas, caracterizando así la situación inicial de cada finca.
Las pruebas se llevarán a cabo en regiones infectadas y no infectadas.
Además, los socios del proyecto hemos presentado las
diferentes estrategias y técnicas a implementar en las tres fincas
demostrativas situadas en España, Portugal e Italia. Esta formación se transmitirá ahora al personal laboral directamente implicado en la implementación de las estrategias.
Buscando variedades resistentes
Por nuestra parte, desde de la Universidad de Córdoba,
hemos realizado distintos cruzamientos para obtener variedades
resistentes a la Xylella fastidiosa. En la finca “El Valenciano” situada
en Carmona, principal campo de ensayo del
proyecto, se han plantado los primeros 501 cruzamientos potencialmente
resistentes para estudiar la evolución y su rendimiento agronómico.
Y este próximo año, realizaremos la plantación de la
nueva generación de cruzamientos y se espera que en una segunda etapa se
pueda evaluar su resistencia a la bacteria.
De los distintos genotipos plantados en la finca demostrativa de Carmona,
obtendremos las potenciales variedades que mejor se adapten al sistema
de plantación en seto, y las variedades elegidas se enviarán a una finca
demostrativa de Italia, donde se plantarán y se continuará evaluando la
resistencia ante la enfermedad.
Desde Galpagro se lidera el
proyecto aunque también forman parte otras empresas y organizaciones
entre las que por parte de España participan la Universidad de Córdoba, Agrifood Comunicación, Agrodrone y Asaja Nacional. Además, el proyecto cuenta con la participación de Nutriprado y SAHC-Sociedad Agrícola de Herdade do Charqueirao, S.A. en Portugal; y las entidades italianas Gruppo Salov e Ivalsa.
Entre todos los socios pretendemos aumentar la
resiliencia del sistema, la calidad y la sostenibilidad ambiental.
Esperamos desarrollar y probar entre 10 y 20 nuevas variedades de
plantas de olivo que sean resistentes a la Xylella
fastidiosa y, a su vez, compatibles con sistemas intensivos de
producción. También esperamos demostrar mejores prácticas sostenibles y
aplicar tecnologías de vanguardia que aumenten la resiliencia de estos
cultivos en los tres países.
Por otro lado, trataremos de aumentar la calidad de la
producción en un 30% a través de la mejora de la salud de los suelos y
las plantas y el uso eficiente de los fitosanitarios.
Además, esperamos reducir el 20% del agua aplicada en los campos de
olivos, lo que aumentará el estrés hídrico en el campo, causando que el
olivo pueda producir fruta más concentrada.
Además, confiamos en que se realice una disminución del
10% de agua en la aceituna real, lo que se traducirá en menos peso de
aceitunas transportadas. Esto se traduce a su vez en ahorro de diesel y
CO2. Con un nivel de H2O más bajo, la pureza y calidad del producto
final también aumentará.
Beneficios socioeconómicos
En cuanto a los beneficios socioeconómicos que resultarán
de este proyecto, destaca evitar el riesgo de propagación de la Xylella
fastidiosa en el mayor número posible de fincas y estimamos que se
reduzcan el 60% de los costes de producción y se ahorre en insumos de
gran coste.
Trabajamos además en información y difusión de la Xylella
fastidiosa y del proyecto para concienciar a los agricultores europeos
del riesgo que existe y de la necesidad de detectar y reportar cualquier
sospecha de la enfermedad.
Fuente:diariodesevilla.com
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