Tres mujeres de Mali, Mauritania y Siria que luchan contra el hambre,
reemplazan a la mítica mujer andaluza y se convierten en protagonistas de
200.000 botellas
- Esta primera edición solidaria en la historia de la marca de aceite de oliva llega
para apoyar a Acción contra el Hambre, a quien Carbonell donará el 50% del
beneficio obtenido por su venta
- Carbonell cambia su emblemática imagen y transforma sus etiquetas para dar
visibilidad a los 815 millones de personas que viven con hambre en el mundo
en esta campaña conjunta
Esta campaña especial de Carbonell a favor de Acción contra el Hambre pondrá a la
venta una edición limitada de 200.000 botellas de Carbonell Original 0.4 donde la
marca de líder de aceite de oliva donará el 50% de los beneficios a los fondos de la
ONG destinados a proyectos de lucha contra la desnutrición infantil.
Esta organización humanitaria internacional está enfocada en la prevención,
diagnóstico y tratamiento de la desnutrición. Cuenta con una trayectoria de 40 años,
ayuda a 15 millones de personas en 50 países en proyectos de cooperación, ayuda al
desarrollo y en casos de emergencia, brindando acceso a agua segura, alimentos,
formación y cuidados básicos de la salud.
Una etiqueta con mucha historia
En 1910 Carbonell presentaba al mundo su emblemática imagen, ilustrada por el
pintor, escultor y fotógrafo Pere Casas Abarca, que ha representado a la empresa
hasta la actualidad y se ha convertido en un icono y tarjeta de presentación. Ya en su
momento fue una imagen rompedora y moderna que se convirtió en referente de
diseño e ilustración de envases.
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No ha sido hasta 2018, con motivo de esta campaña de
sensibilización, cuando la marca presenta su primera
edición solidaria y vuelve a sorprender y a ofrecer otra
imagen rompedora: la icónica andaluza de la etiqueta
cede protagonismo a aquellos que más lo necesitan
representados en 3 mujeres de otras realidades sociales
con dificultades para acceder a alimentación y agua en África y Oriente Próximo .
Las historias detrás de cada nueva etiqueta:
La madre. Mali
Las mujeres, a menudo con cinco o seis hijos a su cargo, son las
principales responsables de su alimentación y cuidado durante los
primeros años de vida. Además, su propia salud nutricional impactará
en el bebé no sólo durante la gestación sino también durante el
periodo de lactancia que se ha demostrado fundamental para
combatir la mortalidad infantil relacionada con la desnutrición. Cuidar
de estas madres es la clave para cuidar de la familia entera.
La mujer del pozo. Mauritania
En muchos países como este las mujeres y las niñas son las
responsables de la búsqueda diaria de agua segura, para lo que
tienen que caminar hasta 5 km diarios. Construyendo más pozos y
redes de agua podremos no solo reducir las enfermedades sino
también conseguir que las niñas no abandonen el colegio para proveer
de agua a la familia y estén mejor preparadas para el futuro. La
educación de las mujeres podría contribuir en un 43% a reducir la
desnutrición infantil.
La niña refugiada. Siria
Más de la mitad de los 65 millones de refugiados son niños y niñas. En
el caso de Siria, muchas
familias llevan ya siete años lejos de su hogar
y su escuela. Las niñas y las mujeres sufren especialmente la huida,
ya que a la violencia del conflicto a menudo se añade la violencia
sexual. En este momento, hay más desplazados que nunca desde la
Segunda Guerra Mundial.
Fuente:np
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