En Andalucía ya se han producido los primeros daños de Xylella. El
miedo, la ignorancia y el falso asesoramiento técnico han dado lugar a
los primeros daños de una enfermedad, la bacteriosis por Xylella fastidiosa,
que no se encuentra en Andalucía. La información sensacionalista, como
el título que le he puesto a este artículo, han contribuido mucho a que
se propague el miedo a esta enfermedad (llamada el “Ébola del olivar” de
forma injustificada, e insensible con las víctimas del Ébola real).
Este pánico ha sido hábilmente aprovechado por muchos vendedores sin
escrúpulos (o igualmente desinformados como aquellos que los han creído)
y se han desencadenado los primeros daños de Xylella. ¿Por qué? Vamos
primero a las “soluciones” que se ofrecen a los olivareros: tratamientos
insecticidas indiscriminados y eliminación de las cubiertas vegetales, y
por supuesto, productos “fortificantes” para el árbol.
Es imprescindible saber que, no habiéndose detectado la enfermedad en
Andalucía (hablo de los primeros días de marzo de 2018), NO SIRVEN para
nada ninguna de estas medidas frente a esta enfermedad, y NO PREVIENEN
contra ella, en el supuesto de que llegase. Pretender eliminar a los
insectos vectores de la enfermedad, cuando no se ha detectado la
presencia de la bacteria, es totalmente inútil.
¿Qué daños ha producido ya Xylella en Andalucía?
En primer lugar, se ha generado mucha desinformación interesada. No
salgo de mi asombro cuando llegan a mis manos folletos “técnicos”
plagados de medias verdades o claras falsedades, cuando veo charlas en
youtube para “informar” que siembran un miedo con infundios, para acabar
con un “remedio” que puede comprarse. ¿Qué puede hacer el olivarero
para informarse? De entrada, si la persona que le asesora termina su
información proponiendo un gasto, bien sea como tratamiento o como
eliminación de cubiertas vegetales, busque una segunda opinión
desinteresada.
Más daños producidos. Como consecuencia del asesoramiento interesado,
se produce una pérdida económica directa del propio olivarero: ha
gastado el dinero para NADA. Pero estas pérdidas económicas no han hecho
más que empezar: como consecuencia de los tratamientos insecticidas
realizados contra un fantasma, se eliminan gran cantidad de insectos
útiles, que ayudan a controlar algunas de las plagas reales más
importantes.
Sigue:enjaendonderesisto.es
Por:Manuel J.Ruiz Torres
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