Si bien esta temporada fue menos lluviosa que la anterior, los productores están abandonando la producción por los altos costos internos y el componente impositivo. En el mercado externo, Brasil bajó su demanda y su mercado fue invadido por el aceite español e italiano que posee un 50% de subsidio del gobierno.
Desde la televisión de los años 80, ahí estaba Clemente una aceituna
sin brazos, con personalidad propia y alma futbolera. Ese personaje que
inmortalizó el dibujante Caloi no le hicieron falta brazos para promover
a sus pares, las aceitunas y de alguna manera al prestigiado aceite de
oliva. Eran los años de gloria de las aceiteras de Mendoza.
El olivo sentaba su presencia productiva en la provincia con miles de
hectáreas, y una robusta industria local vendiendo a diferentes
mercados.
El último censo que data del 2010 delimita en 20 mil las hectáreas
productivas para la aceituna en Mendoza y sus dos destinos comerciales:
consumo en fresco y aceite de oliva. En la actualidad, entre los hombres
del sector son pocos los que se animan a confesar tan abiertamente el
volumen de producción de la aceituna pero se sabe está muy lejos de sus
años dorados.
El empresario olivícola, Marcos López, de la firma Lam estimó que la
actual cosecha está lejos de ser récord y que si bien calcula que en la
provincia debe haber 15 mil hectáreas productivas, también es cierto que
muchos paños de tierra fueron abandonados.
¿Motivos? diferimientos impositivos en favor de otras provincias, el
atraso cambiario, los altos costos de insumos y los jornales de los
empleados están minando el ánimo de los hombres del sector y la tan
mentada inversión no aparece para elevar rindes y calidades.
En realidad, el negocio del sector está dado en la exportación de
aceite de oliva y de la aceituna en fresco. El principal cliente es
Brasil básicamente por ser un país que no posee, según el empresario
olivícola Rodolfo Vargas Arizu producción local.
“Brasil históricamente nos ha comprado, pero con tantas
complicaciones internas que posee, su demanda ha caído. También es
cierto que el mercado brasileño ha sido invadido por los aceite de oliva
de España e Italia que ingresan a ese país con 50% de subsidio. Frente a
ésa situación es muy difícil competir”, explicó Arizu.
Además en el escenario internacional el precio tuvo sus variaciones;
desde el año 2008 el aceite de oliva estaba fijado en 4500 dólares la
tonelada luego bajó a 2500 dólares para después recuperar su valor.
“Pero nosotros no tenemos volumen”, señaló Arbizu.
Lo cierto es que más allá de las apreciaciones particulares, desde el
sector afirman que la producción de la aceituna en la provincia, éste
año seguirá su derrotero trazado en lo comercial: entre un 70 y 80 por
ciento en su variable de mesa o aceite será vendido a Estados Unidos,
España y en mucho menor medida a Brasil.
Sigue:losandes.com.ar
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