Las proyecciones apuntan a que faltarán 58.000 toneladas para acabar la campaña, aunque los precios han bajado la demanda un 33%
Como ya es tradición en la segunda semana de cada mes, siempre hay
'alguien' que filtra a los medios los últimos datos de la campaña
oleícola que dentro de un par de semanas colgará en su web la Agencia de
Información y Control Alimentarios -antaño conocida como Agencia para
el Aceite de Oliva-. Y como ayer fue 12 de marzo, pues tocaba conocer
las cifras de febrero. Muchos titulares. Y entre todos ellos, uno que
resume perfectamente la situación y que anticipa las tensiones que habrá
en los próximos meses, con una clara incidencia en los precios y, por
ende, en 108.000 familias de Jaén cuya renta depende de forma principal o
secundaria de los olivos. Veamos. La producción ha sido tan corta y la
demanda sigue siendo 'tan alta' que en estos momentos el nivel de
existencias es el más bajo de los cinco últimos años. Ahora mismo quedan
sólo 764.500 toneladas. El problema es que si se mantiene la media de
salidas, 117.500 toneladas mensuales, faltarían 58.000 toneladas para
'echar' los siete meses que restan para completar el curso, el próximo
30 de septiembre.
Con estas cantidades que se están manejando, ahora mismo las
proyecciones apuntan a desabastecimiento. Pero el mercado ya está
corrigiendo esta situación. El 'oro verde' cuesta ahora en torno a un
euro más que hace un año, lo que está provocando que envasadores,
distribuidores, corredores y demás agentes estén comprando mucho menos.
Las cooperativas y almazaras españolas despacharon el mes pasado un
total de 102.000 toneladas, lo que un 32,58% menos que en el mismo
periodo del año anterior. ¿Y por qué antes se ha utilizado el
calificativo 'alto'? Pues porque si comparamos, por ejemplo, con la
coyuntura que se daba hace dos años, podemos comprobar que se están
comercializando 17.600 toneladas más.
El negocio funciona
La clave se encuentra, por tanto, en lo que están cobrando los
aceituneros. Hace un año estaban percibiendo 1,92 euros por kilogramo.
Ahora, 2,96 euros -con picos en la gráfica que han rozado los 3,10
euros-. Más de un euro de diferencia que está permitiendo que las
cuentas le salgan al sector por ahora. Pongamos el foco en febrero. El
pasado 2014 vendieron 151.300.000 kilogramos a un promedio de 1,92
euros. Se embolsaron, por consiguiente, 290,5 millones de euros. Este
año han facturado un volumen de 102.000.000 kilogramos a 2,96 euros, por
lo que han ingresado 301,9 millones de euros.
Por ahora el negocio no se resiente, pero aún queda mucho partido por
delante con la incógnita de cómo se dará la próxima recolección. Ha
llovido por debajo de la media, pero sí es cierto que los acuíferos se
han recuperado y que los niveles freáticos también han subido. El
cultivo se está desarrollando con normalidad, pero queda por despejar la
incógnita de la eclosión primaveral y la polinización. Entonces ya sí
habrá más evidencias respecto a cómo será el potencial productivo
llegadas las fechas clave de la recogida. Todo ello es crucial,
igualmente, para determinar la disponibilidad en el medio plazo.
Fuente:ideal.es
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