- Envía una carta a todos sus proveedores pidiéndoles una cuenta bancaria que no sea de Unicaja, BMN, Bankia o CaixaBank para transferirles sus pagos.
- Considera que le perjudicaron en su intento de controlar Deoleo al otorgar su apoyo a CVC, un fondo de inversión con sede en Luxemburgo.
- Líder mundial en producción de aceite, factura unos 700 millones de euros. El 90% de ellos va a parar a sus proveedores, incluidos sus socios cooperativistas.
El pasado verano envío una carta a todos y cada uno de sus proveedores:
"Les dirijo la presente para comunicarles …[que] … el Consejo Rector de
Dcoop tomó … el siguiente acuerdo: No realizar ninguna operación desde
Dcoop a las siguientes entidades financieras, Unicaja, Banco Mare
Nostrum B.M.N., CaixaBank, Bankia".
Y añadía:
"Es por lo que les ruego nos facilite un nuevo número de cuenta de
cualquier otra entidad, donde a partir de ahora haremos las
transferencias que correspondan". (ver carta)
En las entidades ha sentado muy mal. No sólo por el hecho en sí, o por
lo que pueda tener de ejemplo para terceros, que también, sino porque
las transferencias de Dcoop a sus más de un millar de proveedores suman
un negocio de unos 670 millones de euros al año.
Operación estratégica
España cuenta con uno de los más modernos y desarrollados sectores
agrícolas del mundo, en el que las tecnologías punta son más que
habituales. Pero su posición competitiva es débil, estando en manos
tanto del sector de la transformación, como del de la distribución.
No hay gobierno, nacional o autonómico, ni ministro, ni consejero de
Agricultura, que no llegue al cargo con la misma receta: desarrollar un
proceso de integración de los productores, para ganar un tamaño que les
permita hablar de tú a tú con procesadores y distribuidores de
alimentos.
Pues bien, en el sector del aceite, Dcoop,
antes Hojiblanca, lleva ya casi dos décadas avanzado por ese camino,
hasta convertirse en el gigante del sector agrícola español que es hoy.
Agrupa en total a 75.000 agricultores y ganaderos, asociados a unas 150
cooperativas de Andalucía y Castilla la Mancha. Aunque está presente en
el sector del cereal, la aceituna de mesa y la ganadería, donde
realmente destaca es en el aceite de oliva. Con un 17% de la producción
nacional española de aceite, es líder mundial.
Desde
esa posición, Dcoop apostó por dar el salto definitivo, haciéndose con
el control del también
mayor envasador mundial de aceite de oliva,
Deoleo (antigua Koipe). Para ello, en 2013 adquirió cerca de un 9% de la
compañía, que estaba controlada por entidades financieras (Bankia,
Unicaja, CaixaBank, Banco Mare Nostrum y Kutxa Bank). Dcoop se convirtió
así en el único aceitero socio de la empresa.
Era una jugada estratégica. Con la intención, decía entonces Luque a eldiarioandalucía,
de "poner un pie. Y si en el futuro algunos accionistas venden podremos
aumentar nuestra participación". Y hacerse, por tanto, con el control
de la compañía. Se convertirían así en el primer productor de aceite del
mundo y en el primer envasador.
El agravio
Ese futuro llegó antes de lo esperado, en la primavera de 2014. Cuando
el ministro de Economía, Luis de Guindos, obligó a las entidades
intervenidas Bankia y Banco Mare Nostrum a vender sus participaciones en
Deoleo. Dcoop dio un paso al frente de inmediato y se ofreció a poner
encima de la mesa el dinero necesario para comprar ambos paquetes y
hacerse con el control de la compañía.
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