Decepción por el nulo efecto sobre los precios de la activación
del mecanismo de almacenamiento privado hasta el momento
El sector critica la falta de reacción a los ataques que están
sufriendo los aceites de oliva de España en el mercado de
Estados Unidos, en forma de aranceles abusivos
La crisis, que está poniendo el riesgo la supervivencia de un
sector fundamental para nuestra economía y la sostenibilidad
de amplias zonas rurales, exige la atención prioritaria de los
poderes públicos
La Junta Directiva de la Organización Interprofesional del Aceite de Oliva
Español se ha dirigido al Presidente del Gobierno de España en funciones, Pedro Sánchez,
para solicitar, con carácter urgente, una reunión.
En este encuentro se trasladará al jefe del Ejecutivo en funciones la gravísima situación que
vive uno los pilares de la agroindustria española y, por ende, de nuestra economía. Sin
olvidar su papel de vertebrador fundamental del tejido social en buena parte de nuestro
territorio. Nos enfrentamos a consecuencias devastadoras para el tejido económico y
social de nuestro país, una situación que exige acciones urgentes y contundentes por parte
del Gobierno de España.
Una crisis de precios en origen que ha situado las cotizaciones de los aceites de oliva por
debajo de los costes de producción en la mayoría de los cientos de miles de explotaciones
olivareras que se diseminan por buena parte de España. Una perturbación grave en el
mercado que ha llevado a la Comisión Europea a activar el mecanismo de almacenamiento
privado para el aceite de oliva en la Unión Europea. Activación que, por ahora, no ha tenido
ningún efecto sobre la extrema debilidad de los precios.
Y todo ello agravado por la imposición de aranceles abusivos a los aceites de oliva de
España envasados exportados a Estados Unidos. Una medida que ya afecta a más del 60%
de nuestras exportaciones con destino al principal mercado fuera de la Unión Europea. Y
lo más inquietante, el Gobierno Trump ha mostrado su disposición revisar, tanto la cuantía
de esos aranceles, como los productos afectados. Una penalización que, en el peor de los
escenarios, puede suponer la aplicación de aranceles adicionales del 100% a la totalidad de
las exportaciones españolas a EE.UU., lo que equivaldría a echarnos del mercado americano, el primero del mundo en número de consumidores. Esto dejaría sin un destino
inmediato un volumen de más de 140.000 toneladas de aceites que se sumarían a los
actuales stocks, agravando la delicada situación actual de bajos precios que sufrimos, ya
de por sí ruinosa.
Un panorama ciertamente desolador que exige acciones inmediatas y medidas
contundentes de las distintas administraciones implicadas. De no ser así, corremos el
riesgo de destruir el tejido productivo que ha hecho que España sea líder mundial en
producción y comercialización de aceites de oliva. Sin olvidar tampoco que es el sostén
económico de más de 300 pueblos y más de un cuarto de millón de familias sólo en
Andalucía. De hecho, esta crisis de precios pone en riesgo de abandono una gran
proporción de olivar español, con las consecuencias que ello puede tener, incluso, para el
medio ambiente.
Fuente:np
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