Los aceites de oliva vírgenes (AOV) poseen efectos antiinflamatorios. Al
mismo tiempo, se ha descrito por algunos autores sus propiedades en el tratamiento de
heridas. En la investigación dirigida por el catedrático de Inmunología de la Universidad
de Jaén José Juan Gaforio, se ha querido estudiar la posibilidad de que, el escualeno
(SQ), uno de los principales componentes minoritarios presentes en el aceite de oliva
virgen (AOV), pueda jugar algún papel en el proceso de cicatrización de las heridas.
La respuesta inflamatoria está implicada en la cicatrización de heridas y, son los
macrófagos, los que poseen un papel de control de todo el proceso, participando en la
promoción y resolución de la inflamación para la reparación de los tejidos. Los
resultados de nuestro estudio muestran el papel que el SQ ejerce en la
inmunomodulación de las células proinflamatorias M1, que son el fenotipo de
macrófagos inicialmente implicadas en lesiones en sus primeros estadios”, indica José
Juan Gaforio en la presentación de estos resultados en la XIX Feria Internacional de
Aceite e Industrias Afines EXPOLIVA 2019.
Tras incubar in vitro estas células con SQ, los investigadores midieron sus efectos sobre
la síntesis de diferentes citocinas pro- y anti-inflamatorias. Para ello utilizaron el modelo
experimental celular TPH1. “Los resultados muestran que el escualeno induce un
aumento en la síntesis de citoquinas anti-inflamatorias, como la IL-10, IL-13 y IL-4 y, una
disminución en las señales pro-inflamatorias, como TNF-a y NF-kB en macrófagos pro-
inflamatorios M1. Además, el escualeno mejoró las señales de remodelación y
reparación (TIMP-2) y las señales de reclutamiento de eosinófilos y neutrófilos,
responsables de los procesos de fagocitosis.
Estos resultados sugieren que el escualeno
es capaz de promover la cicatrización de heridas al impulsar la respuesta específica de
los macrófagos en las etapas de resolución de las heridas, demostrando su utilidad al
poder favorecer la cicatrización de las heridas”, afirma el investigador de la UJA.
El estudio fue publicado en la revista “Evidence-Based Complementary and Alternative
Medicine” y en la investigación participaron, junto al investigador Gaforio, Cristina Sánchez Quesada y Alicia López Biedma, investigadoras del Área de Inmunología y del Centro de Estudios Avanzados en Olivar y Aceites de Oliva de la UJA, así como Estefanía Toledo, investigadora del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra.
Fuente:np
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