- La compañía ha elaborado una receta propia, especial y única de la salsa Harissa (compuesta por pimiento rojo seco, cayena, ajo, cilantro y alcaravea), integrada magníficamente en su aceite arbequino
- Sobre una base de aceite extra virgen arbequino excepcional, frutado y herbáceo, se suman con fluidez y en perfecta armonía las fragancias y sabores procedentes de la mezcla de especias
- La salsa Harissa es la piedra angular de la cocina mediterránea del norte de África. En la actualidad, su creciente popularidad en Europa, Asia y Estados Unidos la convierten en un condimento clave
Siempre a la vanguardia en la elaboración de nuevos aceites innovadores y con la más alta calidad organoléptica, Castillo de Canena presenta aceite de oliva extra virgen “Arbequina & Harissa”. Para su elaboración, la compañía ha creado una receta propia, original y sorprendente de la salsa Harissa (compuesta por pimiento rojo seco, cayena, ajo, cilantro y alcaravea) que infusiona en sus mejores aceites de oliva extra vírgenes arbequinos.
La Harissa y su historia La Harissa –que proviene del verbo árabe harasa, que significa “golpear” o “romper en pedazos”- es la piedra angular de la cocina mediterránea del norte de África. En la actualidad, su creciente popularidad en Europa y Asia ha convertido a este condimento en un producto clave para dar sabor y exotismo a cualquier plato. Tradicionalmente, la Harissa ha estado estrechamente relacionada con la región del Magreb: el extremo noroeste de África que toca el mar Mediterráneo y está formada por los países de Túnez, Marruecos, Argelia y Libia.
La Harissa aparece en el centro de la cocina del Magreb desde que los exploradores del Nuevo Mundo introdujeron, en el siglo XVI, por primera vez en Europa el pimiento procedente de México y Perú. Los chiles viajaron al norte de África junto con los colonizadores españoles y con los comerciantes ambulantes de especias, y comenzaron a aparecer en los zocos, donde se agregaron especias y se adaptó la salsa Harissa a cada cocina local. “En la región del Magreb, junto al Mediterráneo, conviven hileras de olivos nudosos, viñedos y campos de melones y tomates, destacando entre todos las plantaciones de pimientos. Siguiendo esta tradición, hemos querido desarrollar un producto único que tiene cientos de usos, y que agrega profundidad y punjente complejidad a cualquier plato”, ha explicado Rosa Vañó, directora Comercial y de Marketing de Castillo de Canena.
Un buen aceite, a la espera de su comercialización y su sabor. Tiene que estar curioso.
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