¿Qué es el olivar intensivo?
Se define olivar intensivo como aquel cuya densidad es de 200 a 400 plantas por hectárea. Generalmente, el marco de plantación utilizada para este tipo de cultivo es de 8 x 4, pudiendo darse también otras variaciones como el 7 x 7, 6 x 4, 7 x 4, 7 x 5, etc. El olivar intensivo se caracteriza por tener una calle ancha de trabajo y otra calle más estrecha. En este tipo de cultivo se evita que las copas de los olivos de las calles más estrechas lleguen a tocarse, para evitar sombreamiento y competencia entre ellos. De este modo, se optimiza la superficie foliar del olivo por hectárea, lo que favorece a la producción de la finca. ¿Olivar intensivo de secano o de regadío?
Cuando la plantación se establece sobre tierras fértiles y adecuadas para el cultivo del olivar, la producción del olivar intensivo en secano puede alcanzar valores de 6.250 kilos/ha de media cada año.
El rendimiento del olivar intensivo en secano suele rondar el 20% neto de media, lo que se traduce en una producción de aceite por hectárea de 1.250 kilos al año de media. Por otro lado, la producción de un olivar intensivo en riego puede generar desde 1.500 kilos/ha a 2.400 kilos/ha de aceite de media.
No obstante, la producción de un olivar depende de muchos factores, entre los que se encuentran, el tipo de suelo, el microclima, la salud de las plantas, etc. La producción de las plantas no lo es todo a la hora de elegir un tipo de cultivo u otro.
¿Y si hablamos de rentabilidad?
A la hora de realizar una inversión de implantación de un olivar es necesario ver todos los aspectos que influyen en su rentabilidad como son:
- Costes de implantación
- Costes de mantenimiento
- Costes de producción
- Producción
- Evolución de la producción según los años desde la implantación de la plantación
- Amortización de la plantación
- Ayudas según la plantación
Grandes expertos en el sector oleícola señalan que, en el momento en que esas ayudas bajen, los olivares intensivos serán mucho más competitivos que los tradicionales. Esto sumado a la reducción de precios debido a grandes cosechas, determinará que la balanza se sitúe de lado del olivar intensivo; ya que el olivar tradicional dejará de ser rentable.
Mano de obra en el olivar tradicional y en el intensivo
Otro punto importante a tener en cuenta es la mano de obra necesaria para un tipo de plantación u otra. Está claro que, a lo largo del año, los costes de mano de obra y trabajadores (ya sean temporales o fijos) son una parte importante del gasto total de la campaña. Llegados a este punto, podemos comprobar en foros y blogs sobre el olivar la cantidad tan dispar de opiniones acerca de la mano de obra necesaria para cada cultivo y los gastos asociados a estos. Aquellos defensores del olivar tradicional señalan que, a más plantas, será necesario más trabajo, más fitosanitarios, etc. Añadiendo a su vez la reducción de costes en el olivar tradicional de no laboreo.
Por otra parte, encontramos aquellos agricultores que destacan la reducción de las labores y ahorro de mano de obra (cada vez más escasa y de coste creciente) del olivar intensivo. Este cultivo destaca por hacer un gran uso de la mecanización consiguiendo reducir así los costes de personal.
En definitiva, está claro que la preocupación por la rentabilidad del olivar tanto en la reducción de costes de laboreo, como el incremento de la producción han llevado a que, la mecanización y la industrialización se incorporen cada vez más en la producción del aceite de oliva. No obstante, debemos tener en cuenta otros muchos parámetros para obtener los gastos reales de cada finca independientemente de su cultivo:
- Horas trabajadas en la poda teniendo en cuenta edad y número de plantas.
- La realización de labores en el terreno o el mantenimiento del suelo por métodos sin laboreo.
- La fertilización del suelo: por vía foliar (hojas), por fertilizantes o por la combinación de ambas.
- Los diferentes controles fitosanitarios.
- El riego de plantaciones en zonas con déficit de pluviosidad.
¿Cómo tener un control real de gastos e ingresos en el olivar?
Hoy en día cada vez son más agricultores o dueños de olivar los que se interesan por las estadísticas y cuenta de resultados final de sus fincas. Esto sumado a la gran cantidad de información que nos rodea en nuestro día a día, hace necesario el uso de la tecnología para conseguir una buena toma de decisiones en cada inversión que se lleva a cabo en nuestro olivar.
Para conseguir toda la información sobre nuestras parcelas disponemos en la actualidad de numerosas aplicaciones que ayudan al agricultor en la gestión de cada finca. En este postrecomendaremos una aplicación dedicada 100% al olivar que hemos descubierto recientemente… Se trata de oliCloud, una aplicación hecha específicamente para gestionar el olivar, los ingresos, gastos del mismo, pagos a trabajadores y un largo etcétera de funcionalidades que nutren de información al agricultor. Consiguiendo así dotar al olivar de inteligencia y mejorar a su vez la producción de cada finca.
Da igual si el cultivo es tradicional, intensivo, con muchas hectáreas o varias fincas pequeñas; oliCloud está ayudando a muchos agricultores y propietarios de fincas a gestionar los pagos a trabajadores, aplicaciones fitosanitarias llevadas a cabo, fertilizaciones, etc. dando a su vez al usuario de la posibilidad de obtener automáticamente su cuaderno de campo agrícola.
Tras una ponencia del fabricante de oliCloud llevada a cabo en la provincia de Jaén tuvimos la posibilidad de charlar tranquilamente sobre la aplicación. Nos sorprendió un ejemplo que nos explicaron sobre un usuario de oliCloud; nos comentaban sobre un propietario residente en Barcelona que tenía una finca de gran extensión en Córdoba. El agricultor que trabaja esta finca anota cada trabajo en su móvil desde la propia finca para que en tiempo real, el propietario desde Barcelona pueda ver todos los datos sobre su olivar, liquidaciones, contenido multimedia, etc. Ese detalle nos sorprendió en cuanto a la novedad y forma de trabajar, es por eso que hemos decidido compartir esta información con nuestros lectores.
Por nuestra parte terminar con la idea de que, la tecnología y las nuevas formas de trabajo están cada vez más presentes en nuestro día a día. Aunque actualmente el olivar tradicional es el más extendido en nuestro territorio, a la larga nos iremos encontrando con una mayor modernización del sistema de cultivo allá donde sea posible. Al inicio supondrá una inversión importante pero, a la larga, debido en gran parte a la mecanización anteriormente citada; los costes se abaratarán, la producción aumentará y por tanto la rentabilidad de nuestro olivar será mayor.
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