Una organización le acusa de urdir una presunta estafa procesal a un olivarero
El
juzgado de instrucción número 1 de Jaén ha incoado diligencias previas
(y se inhibido en favor del juzgado decano de Villacarrillo) por una presunta estafa procesal
en ese partido judicial en la que supuestamente está implicado un
abogado. La querella, de la que se desprende, según el juez, la posible
existencia de una infracción penal, ha sido presentada por el letrado José Pablo Alcalde-Diosdado
en nombre de Contracorrupción, organización que tiene como objetivo
denunciar delitos cometidos por personas relacionadas con el ámbito del
derecho.
La querella se interpone de hecho, entre otros, contra un
abogado que ejerce en la provincia Jaén por su supuesta participación
en una presunta estafa al olivarero, cometida entre los años 2012 a
2015. Según la querella, una mujer y su hija urdieron, de acuerdo con
este letrado, una demanda civil con la que, mediante engaños al juez, consiguieron anular un contrato legítimo de compraventa de un olivar.
Para
conseguirlo, según Contracorrupción, cambiaron hasta 4 veces de versión
sobre el contrato. Añade que también simularon un supuesto contrato de
administración que no existía y aportaron otro falsificado. Le apoyaron,
según expone la organización, 2 supuestos testigos falsos, lo que
finalmente hizo perder al olivarero la finca, 14 cosechas y 60.000 euros en metálico.
Los
hechos están relacionados con un contrato de compraventa de un olivar
que, según el querellante, L. L. S., fue vulnerado por el falso
testimonio de 3 personas y el "mendaz planteamiento judicial"
desarrollado primero en el juzgado de Villacarrillo y posteriormente en
apelación en Jaén. A consecuencia de estas irregularidades, según
asegura José Pablo Alcalde-Diosdado, los ahora querellados consiguieron
anular el acuerdo firmado el 26 de abril de 2012.
A consecuencia
del fallo judicial, los querellados estafaron, siempre según el abogado
del querellante, 10 millones de pesetas entregados por el denunciante.
Alcalde-Diosdado asegura al respecto que la mujer que los recibió, que
ya ha fallecido, negó después haberlos cobrado, aunque consta su firma
en el contrato de recepción. La mujer, asegura, se quedó con los 1.519
olivos de la finca, así como con los beneficios de las cosechas de
aceite de oliva producidas.
Sigue:abc.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario