También reduce el riesgo de partos prematuros, cesáreas,
infecciones de orina y traumas perineales. Asimismo, mejora la
salud de los niños
Las participantes en el estudio tomaron más de cuatro
cucharadas de aceite de oliva virgen extra al día y no ganaron
más peso durante la gestación
La Interprofesional del Aceite de Oliva Español ha apoyado el
Estudio dentro de sus líneas de fomento de la I+D+i, a las que
destina más de 11% de sus presupuestos
2017) La diabetes gestacional es una dolencia con una alta incidencia entre las
españolas, con tasas que superan el 30% de los embarazos. Y sobre todo, que tiene un
reflejo en la salud de la madre y en la del recién nacido, como explica el doctor Alfonso
Calle Pascual, que ha liderado el Estudio San Carlos de Prevención de la Diabetes
Gestacional, con la participación del Centro de Investigación Biomédica en Red de
Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM) y financiado por el
Instituto Carlos III: “La diabetes gestacional se define como la alteración de la regulación
de la glucosa que aparece por primera vez durante el embarazo. Se asocia a un
incremento del riesgo de enfermar de la madre: se producen más infecciones,
hipertensión gestacional, eclampsia, incrementa también la prevalencia de la
prematuridad en el parto, aumentando la tasa de cesáreas y, en el recién nacido,
favorece la aparición de lo que llamamos el Síndrome de Recién Nacido de Madre
Diabética, que se manifiesta con bajos niveles de glóbulos rojos, glucosa, potasio y calcio
en la sangre del niño”.
Se trata de un evidente problema de salud pública (cada año afecta a más de 100.000
españolas), para el que el equipo de investigadores propuso un nuevo abordaje, desde
una alimentación saludable suplementada con aceite de oliva virgen extra y frutos secos.
Para ello, y a lo largo del año 2016 se distribuyeron a 1000 mujeres gestantes sanas en
dos grupos de 500. Al grupo de intervención se le recomendó consumir más de cuatro
cucharadas diarias de aceite de oliva virgen extra y pistachos. El resto de las
recomendaciones sobre alimentación y ejercicio físico fueron idénticas para ambos
grupos de mujeres. De igual forma, su seguimiento y número de vistas fueron también
las mismas.
Un Estudio que acaba de culminar con la publicación de los resultados en la prestigiosa
publicación científica Plos One (acceda al artículo desde aquí). Confirma que la incidencia
de la diabetes se redujo en un 30% en el grupo de gestantes alimentadas sin restricciones
con aceite de oliva virgen extra y frutos secos. Además, la necesidad de tratamiento con
insulina se redujo a la mitad. Al mismo tiempo, se constató una reducción significativa en
las tasas de prematuridad, de cesáreas urgentes, de infecciones de orina y de traumas
perineales en la madre y también de recién nacidos pequeños y grandes para la edad
gestacional. Además, las madres no ganaron más peso durante la gestación.
“Los efectos del consumo del aceite de oliva virgen extra son tanto directos, por su
consumo, como indirectos. En nutrición, tan importante es lo que uno come, como lo
que dejas de comer (sustitución de alimentos menos saludables). Las mujeres que han
recibido el aceite de oliva virgen extra consumen con mayor frecuencia verduras y
hortalizas, porque son más agradables a la hora de comer. Por otro lado, son más
conscientes de lo que comen. A la hora de hacer salsas, sofritos o guisos emplean aceite
de oliva virgen extra, que tienen un sabor mucho más agradable. Eliminan otras salsas
comerciales que son mucho menos saludables. Además, el aceite de oliva virgen extra
tiene otros efectos beneficiosos que están demostrados, como es una mejor respuesta
glucémica tras la comida, mejora la sensibilidad de la insulina y por lo tanto reduce las
excursiones de la glucosa tras la ingesta de alimentos, un hecho muy relevante en la
diabetes gestacional. Y no hay que olvidar otro elemento importantísimo: esta
alimentación saludable de la embarazada se transmite a través de cambios epigenéticos
al niño que favorecen la salud del recién nacido”.
El doctor Calle Pascual sostiene que estudios como este van a imponer un cambio en la
forma de abordar esta enfermedad en todo el mundo: “Creo que ya existen suficientes
evidencias científicas para justificar la recomendación universal del consumo de aceite de
oliva virgen extra durante el embarazo. El problema es que todavía persiste, por la
influencia del mundo anglosajón, la creencia que la dieta más saludable es la baja en
contenido en grasa total. Afortunadamente, desde el Estudio PREDIMED se están
cambiando las recomendaciones y se está fomentando el consumo de aceites de oliva.”
Aceites de Oliva de España, marca de promoción de la Interprofesional del Aceite de
Oliva Español, ha prestado su apoyo al equipo del Estudio San Carlos de Prevención de la
Diabetes Gestacional, en el marco de su ambicioso programa de fomento de la I+D+i, al
que destina en torno al 11% de su presupuesto. Teresa Pérez, gerente de la Organización,
ha manifestado su satisfacción: “Es una gran noticia saber que, gracias a una dieta
saludable con aceite de oliva virgen extra como principal fuente de grasas, se reduce el
riesgo para las embarazadas de sufrir diabetes gestacional. Este estudio viene a
demostrar cómo la colaboración entre el sector privado y grupos de investigación, se
traduce en ciencia de altura en nuestro país, con unos resultados que se suman a las
numerosas evidencias científicas obtenidas por distintas líneas de investigación que la
Interprofesional lleva impulsando desde hace casi una década. La salud es una gran
preocupación para nosotros y la alimentación la clave para mejorar los hábitos saludables
en todo el mundo”.
Fuente:np
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