La bacteria 'Xylella fastidiosa' ya ha arrasado miles de hectáreas en Salento, situado en el sur de Italia Seca el árbol y no tiene cura
El ya conocido como el 'ébola' del olivar preocupa cada vez más a los agricultores. Después de conocer que la Xylella Fastidiosa ha arrasado los olivos de Salento, situada en la región de Apulia en el sur de Italia el miedo de que esta bacteria cruce las fronteras es cada vez mayor. De ahí que se hayan aumentado las medidas de seguridad para controlar esta enfermedad que afecta a un centenar de especies, la mayoría leñosos, transmitido con la ayuda de insectos vectores y que tiene una especial incidencia en el olivo con un daño, que de momento es prácticamente irreparable.
"Existe un claro temor sobre esta enfermedad", afirma el técnico de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Miguel Ángel Bolance. La facilidad con la que se trasmite la enfermedad ha alertado también a las administraciones y asociaciones agrarias que no han tenido otro remedio que extremar las medidas de seguridad para evitar la importación de esta enfermedad que podría arrasar con los olivos. "En Italia empezó siendo un pequeño problema y las autoridades fueron un poco permisivas hasta que llegó un momento que se desbordó", remarca Bolance.
Por eso, se han incrementado las medidas de control por ejemplo, sobre las importaciones de olivos de otros países como Italia pero también de América donde también hay importaciones vegetales y donde la infección es endémica. "Para venir, tienen que contar con todos los permisos y medidas de prevención", detalla Bolance que recuerda que de momento el problema no tiene solución aunque afortunadamente no se conoce en España ningún caso.
En este sentido, la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ha transmitido a los agricultores diversas medidas de protección. La principal pasa por realizar un estricto control fitosanitario. Así, se deben extremar las precauciones en cuanto al comercio del "material vegetal sensible, especialmente del procedente de zonas con presencia de la bacteria", inciden. De esta forma, el material vegetal deberá "proceder de productores oficialmente autorizados y con pasaporte fitosanitario" con especial cuidado sobre material vegetal italiano.
Asimismo, aconsejan a los agricultores comunicar inmediatamente a las autoridades cualquier sospecha de la presencia de esta bacteria. De detectarse el foco de momento no se sabría frenar la tragedia: "Los tratamientos químicos contra la bacteria no suelen ser efectivos. En estos casos es necesaria la eliminación de los árboles afectados y la vegetación silvestre circundante que pueda actuar como hospedadora de la bacteria así como establecer un programa de vigilancia durante los años sucesivos para intentar evitar el rebrote de la enfermedad", especifica la Consejería. Una vez que el insecto trasmite al árbol la Xylella Fastidiosa, ésta penetra en el sistema vascular y se multiplica en su interior afectando a la salvia. La planta se seca irremediablemente.
De momento, el área de distribución de la Xylella fastidiosa como infección endémica abarca numerosos territorios del continente americano, Canadá, Estados Unidos pero también países como Argentina, Méjico, Costa Rica, Venezuela, Brasil, Paraguay. En Europa, tan solo ha llegado al sur de Italia, a la región de Apulia donde se tenido que talar miles de olivos centenarios como consecuencia de esta enfermedad que se ha agravado en esta zona desde junio de 2014 hasta hoy. Se cree que la bacteria pudo entrar por el puerto holandés de Roterdam en un cargamento de plantas infectadas que procedían de Costa Rica. Con anterioridad, los agricultores ya han tenido que luchar contra otras afecciones donde, el hongo conocido como verticilium ha sido, históricamente, el que más ha afectado al olivar. Éste hongo, que afecta a la hoja y el fruto se puede corregir con tratamientos. Sin embargo, para la Xylella fastidiosa, no hay solución.
Fuente:Fuente:granadahoy.es
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