El cultivo del olivo supone una oportunidad para el
aprovechamiento sostenible del monte gallego. Los comuneros de Torneiros
no han querido despreciarla y se han lanzado a plantar los primeros
ejemplares en busca de una rentabilidad a medio plazo. La planta se va
extendiendo en comunidades de otras áreas de Tomiño, Covelo, Salceda, O
Rosal o de la península de O Morrazo, entre otros lugares. En O Porriño,
las raíces de Arbequina ya se están asentando en tres hectáreas de
terreno de la zona de As Chans.
El presidente de la comunidad, Javier Soliño, afirma
que la plantación irá creciendo. El objetivo es alcanzar las seis
hectáreas de terreno de producción de olivos en los próximos años.
Todos los miembros de la comunidad de montes están
implicados en esta iniciativa. Recientemente participaron en una
plantación popular de más de un centenar de ejemplares en la que los
vecinos pudieron conocer un poco más acerca de esta variedad, sus
posibilidades de negocio y cómo cuidarla.
El proyecto ya ha generado cuatro puestos de trabajo
en la comunidad de montes para supervisar y vigilar las plantaciones.
Los comuneros no empezarán a ver resultados hasta dentro de no menos de
cuatro años, cuando los cultivos maduren lo suficiente como para poder
empezar a dar frutos.
La empresa Abril se ha comprometido a comprar toda su
producción. Las aceitunas que cosechen servirán para crear un aceite de
oliva cien por cien gallego. Esta empresa familiar con sede en Ourense
lanzó el año pasado su primera producción de 3.000 botellas de un
producto completamente autóctono.
Las perspectivas de futuro son muy interesantes al
poder competir en precio con las marcas de aceite de oliva más
conocidas. El microclima hace que las Rías Baixas sean un lugar idóneo
para el cultivo de la Arbequina, donde se dan unas condiciones óptimas
de humedad y un sustrato con todos los nutrientes para que se desarrolle
la planta.
Rentabilidad
La comunidad ganará no menos de 1.500 euros por
hectárea. El presidente de la entidad, Javier Soliño, afirma que se
trata de buscar un aprovechamiento económico en una comunidad que tiene
mucha zona de monte urbano y que se ha visto expropiada en el pasado
para permitir las conducciones de gas y el paso de la autopista. No es
la única iniciativa que tienen en estos momentos para rentabilizar el
monte. Además, barajan la creación de una plantación de paulownia, un
árbol que crece mucho más rápido que el pino y cuya madera es muy
apreciada. Se trata de una de las especies que ofrecen una mayor
rentabilidad.
Sigue:lavozdegalicia.es
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