Según relata el Ejecutivo autonómico, el objetivo del
concurso, convocado por la marca de garantía Aceite de Madrid Viveros
Povedo y la propia Comunidad de Madrid, es difundir la cultura del olivo en la región y reconocer la presencia de estos árboles como
«un valor indispensable» de su territorio. Para presentarse, todos los
olivos tenían que estar en su emplazamiento original y, además, estar en
producción, excluyéndose así olivos salvajes, acebuches, abandonados de
cultivo u ornamentales.
Este primer Concurso Olivo Monumental ha sido convocado por la marca de garantía Aceite de Madrid Viveros Povedo en colaboración con la Comunidad a través de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.
Superviviente de la Guerra Civil
El olivo ganador, además, guarda una historia especial. Es uno de los pocos olivos que sobrevivieron a la Guerra Civil,
en una zona que tuvo uno de sus frentes de batalla a pocos kilómetros.
El ejemplar se encontraba cerca de un camino frecuentado por las tropas,
que utilizaban los troncos de estos árboles para hacer leña, colocando
una granada en su base para descuajarlos.
Este superviviente ha llegado hasta sus actuales dueños pasando de padres a hijos en la misma familia,
a la que se ha entregado un diploma que acredita la condición del árbol
como el Mejor Olivo Monumental de la Comunidad de Madrid 2014.
La zona de la Comunidad en la que el olivo está más
implantado son las comarcas de Las Vegas y La Campiña, si bien la región
cuenta con 25.000 hectáreas de olivar, distribuidas en 97 municipios en
casi toda su superficie salvo en la zonas más montañosas. Las
variedades de aceituna mayoritarias en Madrid son la verdeja, carrascal,
picual y gordal.
Investigación olivar en Madrid
El Gobierno de Madrid apoya al sector olivarero a través de
la Marca de Garantía Aceite de Madrid y de la investigación que lleva a
cabo el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural,
Agrario y Alimentario (IMIDRA), que proporciona a los agricultores los
resultados de sus estudios sobre cultivo y recolección de la aceituna.
Uno de los estudios realizados por el IMIDRA en el campo de la olivicultura concluye que la
región cuenta con 12.230 hectáreas más de las actualmente cultivadas en
la actualidad que reúnen condiciones para cultivar olivos de secano.
Es el primer estudio de estas características que se ha realizado en
España sobre los suelos de una región en relación con este cultivo. Si
se suman los olivos que se cultivan en regadío, que podrían aumentar de
las 25.000 hectáreas actuales a las 37.000, el estudio concluye que la
superficie de olivar en Madrid podría aumentarse en un 200 por cien.
Fuente:abc.es
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