El Mercado de Futuros del Aceite de Oliva está muerto. Y no resucitará.
La nueva directiva comunitaria hace inviable el instrumento de
negociación para la compra y venta de aceite de oliva con contratos de
entrega para los próximos meses. Sin embargo, ni hay que “llorarlo” ni
ponerse “triste”, ya que se trabaja para que la “herramienta” para el
sector oleícola vuelva, aunque lo hará con otro nombre, nuevas entidades
financieras como soporte y otras reglas internas. De hecho, su
presidente, Manuel León, está convencido de su éxito: “Será un sistema
mucho más seguro y, además, tiene que cumplir con la normativa de la
Unión Europea, que es la que establece este cambio”.
El 6 de febrero de 2004 fue el primer día de vida del Mercado. Abrió
desde el mediodía hasta las dos de la tarde para comenzar a unir a
compradores y vendedores. De hecho, la sociedad no era más que una bolsa
virtual de aceite de oliva con entregas a futuros o, dicho de otro
modo, un lugar en el que sellaban contratos de entrega de zumo de
aceituna para los próximos meses a un precio que se pactaba en el
momento de la negociación. De esta manera, el que vendía en enero un
aceite que se entregaría en mayo —por ejemplo— se aseguraba un precio y
un dinero, al igual que el que lo compraba. El Mercado era el que
aseguraba la operación. La cotización de la grasa en mayo no importaba
porque el acuerdo se firmaba antes y todas las partes lo tenían que
respetar. De esta manera, el Mercado de Futuros daba estabilidad de
precios a los operadores que querían realizar una planificación sin
sobresaltos en épocas de volatilidad.
Sin embargo, una nueva
normativa europea ha “machacado” este instrumento. La directiva quiere
dar más seguridad financiera a las entidades de contratación central,
por lo que exige mayores garantías y más capitalización. De ahí que el
Mercado de Futuros del Aceite de Oliva —después de 11 años en marcha—
estaría obligado a fraccionarse en dos empresas. Por un lado, una
serviría como plataforma de negociación, mientras que la otra
funcionaría como servicio de respaldo al comprador y al vendedor. No
obstante, el problema no está aquí. Realmente, la dificultad radica en
que la normativa exige un capital de 9 millones de euros en cada una. El
Mercado de Futuros cuenta con 6 millones de respaldo, por lo que
triplicar el sustento sonó a utopía. Por eso, la junta de accionistas,
en un primer momento, decidió entablar negociaciones con otras bolsas
para ver si la del aceite se podía integrar. Al final, se decidió que el
Mercado de Futuros se convirtiera en un sistema multilateral de
negociación. Los operadores, prácticamente, no notarán la diferencia
porque mantiene su esencia, que es la de garantizar las operaciones y
los precios.
No obstante, sí que existen cambios en las entidades
financieras que formarán el nuevo sistema. El MFAO, en su web, señala
que sus operadores de mercado eran Unicaja, Banco Popular, Caja Rural de
Jaén, Caja Rural de Granada, Banco Mare Nostrum, Liberbank, Finanduero,
Banco de Caja España y Caixa Central de Crédito —de Portugal—.
Ahora
serán cinco entidades de crédito las que darán garantías. De hecho, son
las que mantienen una firme apuesta por el aceite de oliva y por el
territorio. Se incorpora CajaMar y se quedan Unicaja, BMN, Caja Rural de
Jaén y Caja Rural de Granada. El presidente, Manuel León, espera el
visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), del
Banco de España y del Ministerio de Economía para comenzar a operar con
la nueva plataforma. “Si no existe problema alguno, que esperamos que
no, empezará funcionar en abril”, dice Manuel León. No obstante, tiene
claro que los controles son muy exigentes, por lo que opta por la
cautela antes de aventurarse a dar una fecha definitiva. Mientras tanto,
la negociación del Mercado de Futuros está parada. Cuando “resucite”,
ya no se llamará así. Será un sistema multilateral de negociación, que
volverá a dar garantías a los operadores gracias al peso de las
entidades de crédito que lo respaldan dentro de esta herramienta.
Fuente:diariojaen.es
Hemeroteca:MFAO el 31 de enero de 2006
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