No se alcanzaban unos precios tan elevados desde febrero de 2013 y la previsión es que sigan subiendo
Muchas de las cosas que suceden en el sector del aceite de oliva, que
representa diez de cada cien euros que se mueven en la economía de
Jaén, son más que previsibles. Si llueve cuando tiene que llover, bueno.
Si no llueve cuando tiene que llover, malo. Y ahora estamos viviendo
las consecuencias de este segundo escenario. Escasez de precipitaciones:
la producción baja y los precios suben. Así de fácil, así de
complicado. Solo faltaba por despejar la incógnita del tiempo. Si los
tres euros, por poner el ejemplo de la campaña actual, se alcanzarían
antes o después. Y esta vez todo está yendo demasiado rápido. Al menos
si echamos la vista atrás dos años y comparamos con lo sucedido en
cosecha aún más corta que esta. Entonces hubo que esperar hasta febrero
para casi alcanzar los tres euros. Ahora ya estamos en ese escenario. La
gran diferencia es que entonces la 'cosa' se quedó ahí, en los tres
euros. Y ahora la expectativa es que el producto continúe apreciándose
en origen. Según el sistema Pool-Red, ayer el kilogramo de 'oro líquido'
se cotizaba en las almazaras y cooperativas a un media de 2,96 euros el
kilogramo, muy por encima de ese umbral de 2,20-2,40 euros que marca la
rentabilidad para la generalidad de las explotaciones de Jaén y también
para la generalidad de las 110.000 familias que tienen los olivos como
fuente principal (35%) y secundaria (65%) de renta.
Y es que, a pesar de los mensajes de calma respecto a las garantías
de abastecimiento de los mercados, los niveles de demanda se mantienen
en unos parámetros similares al curso anterior, cuando se batieron todas
las plusmarcas, y sin embargo la oferta se ha rebajado por encima del
sesenta por ciento en zonas como Jaén, donde se generan uno de cada
cinco litros que se venden en el mundo. Es cierto que, con los datos
oficiales que ya hay encima de la mesa, correspondientes a octubre, el
consumo nacional se ha reducido en 12.000 toneladas en tasas
interanuales, pero también es igual de cierto que las exportaciones se
han incrementado en 11.500 toneladas, hasta alcanzar la cifra récord de
90.000 toneladas en el primer mes del ejercicio. El trasiego de
cisternas vía Italia es continuo. Quizá haya que pensar ya en cuándo se
rebasará la barrera psicológica de los 3,50 euros. Una hipótesis que,
tal y como están las cosas, no parece nada descabellada.
Peligros
Pero, mucho cuidado, que esta coyuntura también conlleva una serie de
peligros que conviene tener muy en cuenta. El primero y principal es
que la gran distribución no tardará mucho tiempo en trasladar esta
evaluación del producto a lo que pagan los consumidores. Y la
experiencia demuestra que cuando un litro de aceite cuesta más de tres
euros en los supermercados, ya hay gente que empieza a mirar hacia otras
grasas vegetales. Lo que está por ver es hasta qué punto estos señores
son capaces de rebajar sus márgenes comerciales.
Otra segunda lectura es que jamás esos tres euros compensan lo que se
deja de ingresar sencillamente porque no hay para vender. Aunque sea a
dos euros por kilogramo, como sucedió el año pasado. Sólo en Jaén
estamos hablando de 470.000 toneladas menos que, multiplicadas por esos
dos euros, son muchos cientos de millones de euros. Los agricultores han
hecho estas cuentas muchas veces. Saben perfectamente que siempre les
ha sido más rentable el 'más por menos'. Recuérdese aquel refrán que
dice 'aceite abundante, buen año por delante'.
Mientras tanto, las tareas de recogida marchan 'viento en popa a toda
vela'. Si el tiempo respeta -por lo pronto la Agencia de Meteorología
no da posibilidad de agua para esta semana-, las organizaciones agrarias
estiman que para la navidad se habrá finiquitado el trabajo en la
mayoría de fincas.
Fuente:ideal.es
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