Las previsiones apuntan que la producción de la próxima campaña podría bajar hasta las 800.000 toneladas
Los precios en origen del
aceite de oliva han experimentado importantes subidas en las seis
últimas semanas. Desde mediados de julio y hasta finales de agosto, el
incremento se acerca al 50 por ciento y todas las categorías se sitúan
en torno a los 2,5 euros por kilo. Los aceites lampantes son los que han
registrado los aumentos más significativos, ya que partían de unos
niveles más bajos y están casi igualados con las cotizaciones de los
vírgenes y los extras. De acuerdo con los datos facilitados por
Oleoestepa, una de las cooperativas de segundo grado más importantes de
España, los lampantes rondan ahora los 2,4 euros por kilo, frente a los
1,68 de mediados de julio; los vírgenes están a 2,5 euros (1,75) y los
extras se pagan a partir de 2,52 euros (1,90). Estos incrementos de
precios, más el correspondiente a los cambios en el IVA, deberían
suponer una alza de los precios en origen de entre 60 y 70 céntimos de
euros, aunque lo que suceda finalmente dependerá de lo que haga cada
empresa, cooperativa y gran superficie.
La razón principal de esta escalada se encuentra en las malas
perspectivas de producción para la próxima campaña debidos a la sequía
de los últimos meses y a las altas temperaturas que se han registrado
durante el verano en las principales zonas productoras, especialmente en
las provincias de Jaén y Córdoba.
Algunas de las previsiones que maneja el sector apuntan a que tan sólo
se producirán unas 800.000 toneladas de aceite de oliva, lo que
supondría la mitad de los 1,6 millones de toneladas alcanzados en la que
está a punto de finalizar. Uno de los problemas fundamentales a los que
ha tenido que hacer frente este sector a lo largo de los dos últimos
años ha sido justamente el de los bajos precios, insuficientes para
cubrir los costes de producción.
Fuente:larazon.com
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