Malos datos para las grasas vegetales. El consumo de aceite de girasol se hunde. El Observatorio de Consumo y Distribución Alimentaria del Ministerio de Agricultura revela una bajada de las ventas del 4,3 por ciento en el último año. El de oliva aguanta, ya que solo cae el 1,8 por ciento. La calidad extra es la que más baja.
Dice el refrán que “mal de muchos es consuelo de tontos —o de todos—”. No obstante, el Ministerio de Agricultura indica que el consumo de grasas vegetales disminuye en el país. El aceite de oliva se lleva la mejor parte, ya que es la que mejor aguanta el descenso. El Observatorio de Consumo y Distribución Alimentaria del Gobierno de España indica que el uso del zumo de aceituna cae, pero solo el 1,8%.
El virgen y el extra descienden más (el 1,7%) respecto al de oliva —a secas, que es una mezcla de vírgenes y lampantes, que se comercializan también como “suave” e “intenso”, según la proporción de cada calidad—, que se reduce solo el 0,1%. En cambio, al girasol le va mucho peor. El Ministerio de Agricultura revela que su consumo cae un 4,3% en un año y un auge en su precio.
caída del consumo. Sería arriesgado e, incluso, hasta equivocado señalar que el aceite de oliva pierde consumidores, pese a que existe una bajada de la demanda del producto en las tiendas de alimentación del país. La disminución del 1,8% se puede considerar más un estancamiento que una caída de las ventas, sobre todo, en un contexto en el que los españoles solo gastan un 0,6% más en la cesta de la compra que le sirve para alimentarse —no contempla productos de higiene o de otro tipo—. De ahí que la situación de crisis económica —marcada por las elevadas tasas de desempleo, asfixia financiera de las familias, bajada salarial y amenaza constante de despidos— marca una merma del consumo, que se nota en todos los aspectos económicos. Asimismo, el consumo de virgen y de extra cae más que el de oliva y obedece a que este último resulta más barato y, además, muchos españoles no tienen clara la diferencia entre un extra o virgen y los aceites suaves e intensos, lo que anima la decisión de compra hacia los más económicos. Precisamente, este mismo motivo también se muestra como causa de la bajada del consumo del aceite de girasol, ya que se trata de una grasa más económica y que, tradicionalmente, el comprador considera que es inferior en calidad —muchas familias llenan las freidoras de girasol y usan el de oliva para las ensaladas—. En cambio, la bajada de precios del aceite de oliva, que apura tanto a los agricultores, y el auge del girasol han reducido considerablemente la diferencia de precios tan importante que existía antes en las tiendas, lo que, al final, hace que el comprador se decante por el “oro líquido”. .
Por: Enrique Alonso diarioJaén.es
Hola olivarero soy productor del mal dicho oro liquido porque la palabra oro se le ha caido. A ver si entre todos los productores somos capaces de que la recupere. Yo propondria que bajo ningun concepto vendieramos aceite por debajo de los precios del coste de produccion. Si fuesemos capaces solo de unirnos todos los productores de la provincia de JAEN y no vender por debajo de los 2.60 € kg el oliva virgen seguro que en pocos dias otro gallo nos cantaria por muchimo menos de lo que nos esta pasando al sector otros se hubiesen unido cien veces.
ResponderEliminarGracias por dejarnos tu comentario,
ResponderEliminarLa solución que propones podría ser valida salvo que si impones un precio en mercado automaticamente aparecerá un productor que vendrá a menor precio ya que sus costes de producir son menores u otras razones... Para poder vender a un precio mas alto que lo demás puedes desmarcarte produciendo una alta calidad o diferente como el ecologico o aceite con un valor añadido.
Por favor, me podría decir de donde ha sacado esa noticia con esos datos?
ResponderEliminarMuchas gracias!
El Link a la noticia esta estropeado pero venia del Diario de Jaén.
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