Con los campos embarrados y el agua cayendo en cantidades industriales, la campaña de la recogida de la aceituna se está demorando más de lo deseable hasta el punto de que hay muchas almazaras que se encuentran a medio gas y los jornaleros con las manos en los bolsillos. Salvo la zona de la Sierra, donde comenzó la cosecha antes de la temporada de lluvias y que prácticamente se encuentra terminada, la parte más productiva, los municipios de la zona sur, acumulan un notable retraso. En estas comarcas la variedad predominante es la hojiblanca, que por regla general se cosecha más tarde, que este año ha coincidido con las trombas ininterrumpidas que han encharcado los olivares. Según datos de la Junta, aquí está la mitad de la cosecha en el árbol. Y las previsiones no avisan de cambio alguno.
Todo este atraso se nota en los molinos. Córdoba había convertido en aceite poco menos de 76.500 toneladas a principios de enero -en plena borrasca-, según los últimos datos disponibles en manos de la Agencia del Aceite de Oliva del Ministerio. A grosso modo, esa cantidad representa menos del 40 por ciento del aforo estimado para la provincia, entre 200.000 y 220.000 toneladas de aceite. Jaén, por su parte, había producido menos de un cuarto de lo esperado.
Hasta esa fecha, el mercado funcionaba a tirones de la demanda. Y como prueba, el caso de Córdoba, que almacenaba en las bodegas 58.758 toneladas de las más de 91.000 disponibles si se suma lo producido a las existencias de principio de campaña.
Sólo un tercio de esas existencias se logró colocar en el mercado .
La semana pasada la tendencia parece que comenzó a cambiar al apreciarse un descenso en las reservas y, por tanto, una necesidad de comprar que repercutió en los precios.
Fuente:abc.es
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