Esta enfermedad constituye una de las plagas del olivar más importantes en España. Las soluciones para combatirla requieren la puesta en práctica de una estrategia de control integrado, que incluye la aplicación de medidas de control antes y después de la plantación. Investigadores de la Universidad de Córdoba, del IFAPA y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas abordarán el problema desde la genética. Buscarán métodos para detectar genes de olivo que toleren la enfermedad gracias a un proyecto de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa subvencionado con 130.000 euros.
Probablemente la verticilosis es la enfermedad del olivo que más preocupa al agricultor y los técnicos. La dificultad para atajar la plaga radica en las características del hongo que la provoca. Se trata de una especie que se reproduce asexualmente por medio de esporas y produce microesclerocios, estructuras microscópicas duras adaptadas a soportar condiciones ambientales muy adversas. Además, tiene la capacidad deinfectar numerosas plantas cultivadas o no cultivadas, herbáceas o leñosas y crecer parasíticamente en la planta confinando al tejido por el cual la planta transporta el agua absorbida por las raíces hasta las partes aéreas. Este proceso dificulta considerablemente la accesibilidad de fungicidas aplicados a la planta. Además, los componentes de sus poblaciones en el suelo varían en virulencia.
Una de las soluciones que resolvería el problema de forma eficaz es el empleo de variedades tolerantes en las nuevas plantaciones y, especialmente, en las de riego.
Por ello, un grupo de investigadores de la Universidad de Córdoba, del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) pretenden detectar genes de olivo resistentes a la verticilosis. “Queremos mejorar los métodos de inoculación y diseñar diagnósticos precoces, tanto moleculares, como clásicos, de los poblaciones defoliante, más virulento, y no defoliante, de la verticilosis de olivo”, explica el responsable de la investigación, Luis Rallo.
Se trata de poner a punto un método rápido de evaluación de genotipos de olivo que se utilizará para la búsqueda de resistencia en progenies de cruzamientos y en acebuches de posible interés, así como en variedades localizadas en el material del Banco de Germoplasma Mundial de Olivo (BGMO) de Córdoba.
Ler todo en Andalucía investiga por Carolina Moya
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