El mercado en origen del aceite de oliva ha echado el freno en agosto y permanece a medio gas, en espera de que las nuevas operaciones lleguen tras el éxodo vacacional y lo despierten del letargo actual.
Pocos movimientos de compraventa tanto de contado como de los futuros y precios que continúan extremadamente bajos.
El Sistema de Información de Precios en Origen (
POOLred) recoge del 6 al 12 de agosto un descenso del 54 % en las operaciones -tan sólo 22-, hasta 3.820 toneladas (-3,56 %), y valores a la baja.
Caída de precios
Las caídas alcanzaron el 2,27 % para los vírgenes extra (hasta 1,90 euros/kg), en el 1,53 % para los vírgenes (hasta 1,74 euros/kg) y un 0,73 % para los lampantes (hasta 1,63 euros/kg), mientras que no ofrece cotizaciones para los de calidad inferior -el anterior dato ofrecido apuntaba a unos escuetos 0,73 euros/kg-.
En comparación con las mismas fechas de 2010, la depreciación es aún mayor, y oscila entre el 3,66 % de los lampantes y el 4,65 % para los vírgenes extra.
Por su parte, el 12 de julio al 12 de agosto, se han realizado operaciones de compraventa entre almazaras y entidades comercializadoras equivalentes a 24.484 toneladas, lo que supone una brusca caída del 53 % respecto al mes anterior.
Resaltan los fuertes descensos para los valores de los aceites de calidad inferior, que se depreciaron un 39,55 % en ese período.
El rojo también afectó este mes a los vírgenes extra y a los lampantes, con una devaluación del 0,82 y 1,86 %, respectivamente, frente a una ligera subida para los vírgenes (+0,50 %).
Escasez de movimientos
En el largo plazo, el Mercado de Futuros del Aceite de Oliva (MFAO) también se caracteriza esta semana por la escasez de movimientos, con pocos operadores en plena canícula.
Apenas se contabilizaron 200 contratos del 4 al 10 de agosto de 2011, con precios de entre 1.630 y 1.760 euros por tonelada.
Estas operaciones se distribuyen en cinco de los siete vencimientos abiertos a la negociación.
Para el de noviembre se realizaron 25 contratos; para enero de 2012, unos 50 contratos y, para marzo, se cerraron 50 toneladas.
Finalmente, para mayo y septiembre de 2012, la negociación fue de 50 y 25 contratos, respectivamente.
Inspecciones
Respecto a las novedades del sector, esta semana se producen avances sobre la investigación que en los últimos meses ha llevado la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía por posible fraude en la venta de aceite virgen extra, en un proceso muy discreto, salvo algunas filtraciones que causaron honda inquietud en el sector.
El Departamento admite ahora que "la mayoría" de las aceiteras inspeccionadas -unos 24 lotes-, han podido demostrar que el producto que envasaron se correspondía con el etiquetado.
Reconoce que no existe fraude de los fabricantes, aunque sí pérdida de cualidades por un inadecuado transporte o almacenaje en algunos de los lotes investigados.
Fabricantes y envasadores han criticado durante todo el proceso que se les identifique con irregularidades, cuando no son responsables de las malas condiciones de conservación en la cadena de distribución y comercialización, porque el aceite ya ha salido de sus instalaciones y pasa a manos de otros operadores.
Grandes dudas de cara a la campaña 2011-2012
En cuanto a las perspectivas de mercado de la próxima campaña 2011-2012, que se inicia en octubre, existen grandes dudas de cómo evolucionará la rentabilidad después de varias campañas con pocos o nulos beneficios para todos, especialmente los agricultores.
Hasta ahora, y con los últimos datos públicos de la campaña 2010-2011, la comercialización ha sido buena, al crecer un 7 % (1.027.400 toneladas), aunque el sector sigue evitando el desastre gracias a la exportación (609.400 toneladas).
El aceite de oliva tiene un gran mercado como demuestran los datos del Consejo Oleícola Internacional (COI), con un aumento entre octubre y abril de las importaciones de países como Brasil (21 %) Canadá (12 %) y EEUU (6 %) o Australia (+1 %), y aunque pinchó Japón (-10 %), estos países ofrecen grandes oportunidades para España.
Elevadas existencias
Entre los factores que aportan incertidumbre para devolver la rentabilidad al sector, figuran las elevadas existencias -unas 808.600 toneladas a finales de junio, un 21 % más que la media de las cuatro campañas anteriores-.
Unas 638.800 toneladas estaban en poder de las almazaras y 169.800 toneladas en manos de envasadoras, refinerías y otros operadores, con lo que se superan ampliamente los valores del ejercicio pasado.
Pese a todo, el sector productor confía en una recuperación de precios en origen, poco probables, porque las dudas e incertidumbres de la próxima campaña aún no se han despejado.
Fuente:
efeagro.com