06 junio, 2006

La 'bolsa' del aceite amplía otra vez capital para enjugar pérdidas

El MFAO, que tiene en la Junta de Andalucía a su mayor accionista, perdió casi 689.000 euros el año pasado y arrastra números rojos fiscales por 5,6 millones desde que se gestara en 1999.

sevilla. El Mercado de Futuros del Aceite de Oliva (MFAO) ha acometido una nueva ampliación de capital que oficialmente es para reforzarse y dar entrada a nuevos socios, pero que en la práctica sirve para enjugar las pérdidas que arrastra, pues han fallado las expectativas depositadas en este negocio de intermediación, que sus responsables, no obstante, consideran ya encarrilado.

La auditoría de la empresa para el ejercicio de 2005, a la que ha tenido acceso este periódico, revela que la popular bolsa del aceite registró números rojos por 688.887 euros, y se añaden así a los 1,04 millones del año 2004 –el primero de inicio de la actividad de intermediación, si bien las pérdidas fiscales se remontan a 1999, cuando se constituyó la sociedad que dio los primeros pasos para gestar MFAO, y suman 5,6 millones–.

Las pérdidas del año pasado obedecen a que los ingresos ordinarios del mercado no revistieron ni por asomo los gastos incurridos. Así, la cifra de negocio –conformada por ventas, prestación de servicios e ingresos ordinarios– no cubrió tan siquiera los gastos de personal. Y si se añaden los ingresos extraordinarios y financieros, no lograron amortiguar los gastos generales.

Al cierre del año pasado, 44 eran los accionistas del MFAO, siendo los porcentajes más importantes los de la Junta de Andalucía (el 33,56 por ciento), Unicaja (10 por ciento), Cajamar (6,86) y Caja de Ahorros Provincial de Jaén (5,85). En tal amalgama se encuentran todas las cajas de ahorros andaluzas e importantes compañías del sector, como Carbonell (grupo SOS) u Hojiblanca, y entidades bancarias, entre ellas Banesto o el Santander, aunque con reducida presencia en el capital.

Éste se elevaba a 6,41 millones de euros, y la intención es colocarlo en 7,6 millones de euros. Según la versión de la Junta, para reestructurar el accionariado actual y dar entrada a nuevos accionistas. En la versión del Boletín Oficial del Registro Mercantil, para "compensar pérdidas" y "reestrablecer el equilibrio patrimonial de la sociedad".

Será una operación acordeón: se reduce el capital social mediante la rebaja del valor de las acciones, para después ampliarlo y emitir nuevos títulos. Para dar cabida a posibles nuevos socios, primero los actuales accionistas habrán de renunciar al derecho de suscripción preferente. La ampliación ya está en marcha y se prevé culminar en junio. El importe será de 3 millones, pero 1,8 millones serán prima de emisión.

Los miembros del consejo de administración –catorce, presididos por Antonio Martín Mesa, y de los cuales seis "no firman las cuentas por encontrarse ausentes en el acto de su formulación"– recibieron 54.028 euros en retribuciones.

Decía ser capaz de intermediar 220.000 toneladas de aceite de oliva, con un valor de casi 400 millones de euros, en su primera campaña de actividad pero, en comparación con esas perspectivas, las cifras que se están cosechando son modestas e irrisorias en 2004, cuando comenzó a operar en febrero.

Durante 2005, y a tenor del informe de gestión aportado por la propia sociedad, se negociaron 32.020 contratos (equivalen también a toneladas), casi el doble (99,28 por ciento más) que en el ejercicio precedente. Y en cuanto al número de clientes, fueron 117, con un incremento anual del 129,4 por ciento, según agrega MFAO.

Existe unanimidad en el sector aceitero al apuntar que la actividad de la bolsa del aceite es complicada en un negocio tan tradicional como el del aceite de oliva. Sus responsables matizan al respecto que la labor del mercado se está encarrilando, y prueba de ello son los datos de negociación del primer cuatrimestre de 2006, con 25.039 toneladas. Tiene, además, el respaldo de SOS (líder del sector), que la ve como instrumento para la transparencia de precios en origen, y los últimos encarecimientos son muestra de su necesidad.
Por JUAN RUBIO para Diario de Sevilla

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